Para alertar sobre los efectos de la militarización en las calles y expresar que México quiere paz sin más ejecuciones y desapariciones, los actores Diego Luna y Gael García Bernal, así como el colectivo Seguridad sin Guerra, convocaron a un diálogo nacional para abrir un debate sobre los riesgos que implica la ley de seguridad interior.

La noche del lunes, antes de la proyección del documental La libertad del diablo, de Everardo González, afuera del Senado, los fundadores de Ambulante se manifestaron junto con integrantes del colectivo y representantes de otros organismos para sensibilizar a los legisladores y solicitar que frenen la aprobación de esta norma en los próximos días.

Luna y García Bernal leyeron la convocatoria Diálogos para la #SeguridadsinGuerra, en la cual hicieron un llamado a los actores políticos y sociales que deben ser escuchados para la construcción de una agenda para la paz, y exhortaron a participar al titular de la Secretaría de Gobernación, dirigentes de partidos políticos, legisladores y organismos de derechos humanos, entre otros funcionarios y especialistas.

Las sesiones de debate propuestas se realizarían los días 23 y 24 de enero, explicó Luna, quien dijo que los propósitos serán construir una agenda legislativa integral que permita avanzar en un modelo de seguridad no militarizado compatible con la Constitución y que lleve a la formación de instituciones civiles capaces de asumir sus responsabilidades en materia de seguridad y justicia.

También, prosiguió el actor, se buscará elaborar una propuesta legislativa de regulación de las fuerzas armadas compatible con nuestro régimen constitucional y democrático, que otorgue seguridad jurídica a los cuerpos castrenses y que incluya un plan gradual de retiro regulado.

Luna destacó: Once años de guerra son demasiados y asumiendo el pertinente llamado del Presidente de la República para ampliar los espacios de diálogo sobre la ley de seguridad interior, desde el colectivo Seguridad sin Guerra, formado por más de 250 organizaciones y más de 100 expertos en temas de seguridad, justicia y derechos humanos, estimamos indispensable la reflexión nacional sobre un modelo de seguridad ciudadana que permita la formación de policías y realmente ofrezca certeza jurídica a los miembros de las fuerzas armadas.

Es necesario, puntualizó Luna, que los ciudadanos nos involucremos y recordemos la responsabilidad que significa vivir en un país como éste, “en un año que ha sido tan violento.

Nosotros hacemos cine y su poder lo traemos a las calles, porque es un espejo que sirve para preguntarnos qué es lo que nos está pasando.

Al respecto, García Bernal dijo: Estamos apoyando el hecho de que se abra el debate sofisticado y transversal, donde se amplíe la discusión y se lleve a cabo una regulación de la situación en la que estamos para tener finalmente una seguridad sin guerra.

Es momento, añadió el actor, que podamos estar más tranquilos de que la sociedad civil y las instituciones hacen su labor. Queremos confiar en todos.

El director Everardo González expresó que tras su experiencia al realizar el documental quedó comprobado que el Ejército en las calles no es la solución y lo único que generó fue más violencia.

Esta película, añadió, espero genere la reflexión de que nunca debe estar el Ejército en las calles. Nos lo enseñó Centroamérica y Argentina. Espero que sea un corte de caja final de este periodo de guerra terrible en el país.

Por su parte, Jan Jarab, representante en México de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, sostuvo que el organismo que encabeza apoya a los fundadores de Ambulante, porque el cine documental es un arma importante.

Jarab sostuvo: La ley de seguridad interior es una idea equivocada de enviar a los militares a las calles y se ha demostrado que esta estrategia no funcionó, porque se sacrificaron los derechos humanos, tuvimos más desapariciones, muchas ejecuciones extrajudiciales y muy pocas conocidas, como el caso de Tlatlaya.

También Itzel Cisneros, integrante del colectivo Seguridad sin Guerra, expresó: la estrategia de seguridad no ha funcionado al sacar a los militares a las calles y sí ha provocado que los homicidios dolosos hayan aumentado en cuatro años en 122 por ciento; además, existen más de 33 mil personas desaparecidas y más de 287 mil desplazados por la violencia.

En la página seguridadsinguerra.org/ se detalla que desde que comenzó la estrategia de intervención militar, actualmente suman más de 213 mil homicidios dolosos.