Prendido y gozoso fue el concierto de Café Tacvba en la repleta Arena Ciudad de México, la noche del jueves, donde el vocalista Rubén Albarrán recordó a las víctimas de los sismos, pidió un aplauso para todo el pueblo y sugirió abrazarnos el corazón porque todavía duele.

También se sintió la buena vibra y se escucharon los buenos deseos que lanzó el cantante a las mujeres, a la comunidad lésbico gay; instó a ser conscientes de los elementos para la vida, como el agua y la tierra, y a no olvidar a los 43 normalistas de Ayotnizapa desaparecidos.

Aunque la acústica no ayudó y el repertorio por momentos no emparejaba con los ánimos encendidos de sus seguidores, el emblemático grupo de rock logró hacer un desmadre chingón con este concierto de su gira Niu Güeis Tur y sus rolas más movidas, como Las flores, El baile y el salón y La chica banda, las cuales pusieron a saltar a sus 20 mil seguidores que cimbraron el recinto de Azcapotzalco.

Hay que vivir el aquí y el ahora... ya que se prendieron esto se va a terminar, afirmó Albarrán media hora antes de que terminara la presentación en la que los tacvbos provocaron la euforia de los fanáticos, que entonaban gustosos el grito de guerra: paparupapa eu eo.

El taconazo se logró con las miles de piernas dispuestas a gastar energía, pero, por momentos la nostalgia volvía con canciones como Futuro, Volver a comenzar, Eres, Como te extraño, Me gusta tu manera, Que no y 53100.

Recorrido por su más reciente producción

Las luces surgían del escenario en múltiples colores, mientras las imágenes que se proyectaban en las pantallas del recinto permitían ver el baile y los gestos del divertido y energético intérprete de El fin de la infancia, rítmica melodía con la cual miles con las manos en alto festejaban a los tacvbos, quienes realizaron un breve recorrido por su más reciente producción, Jei Beibi, con la cual obtuvieron hace unos días el premio Grammy Latino a mejor álbum de música alternativa.

Qué chingón es estar aquí con ustedes, muchachos; todo lo demás vale madres; lo que importa es su alegría, sus sonrisas y echar desmadre, expresó Albarrán, quien por momentos lucío una máscara que simulaba un venado, luego apareció en playera y de tirantes, después con saco negro y corbata.

Muchas gracias, vibramos con ustedes y nos emociona verlos y llenarnos de energía, dijo el cantante, quien antes expresó: Esta es una liberación chingona, como el aroma que es mi favorito, el de la banda, tras lo cual cantó la famosa Las flores.

El concierto en la Arena Ciudad de México fue una mezcla de rock, folk indígena, electrónica y punk alternativo que ha caracterizado a la banda, la cual se seguirá su Niu Güeis Tur este 25 de noviembre en el Estadio de Beisbol Francisco Villa, en Morelia, después en Monterrey, continuará en algunas partes de Argentina; en febrero se presentará en El Foro en Tijuana.