Sismos y caída en la producción de petróleo, entre las causas del menor dinamismo
Las cifras actuales sugieren que la demanda interna se desaceleró en el tercer trimestre, señala
Sábado 25 de noviembre de 2017, p. 21
Después de seis trimestres de crecimiento, la economía mexicana se contrajo entre julio y septiembre pasados, reflejo del efecto que tuvieron los sismos y la caída en la producción de petróleo, y que confirmó la desaceleración.
El producto interno bruto (PIB), que indica el valor de la producción de bienes y servicios, tuvo reducción de 0.3 por ciento en el tercer trimestre del año, respecto del trimestre inmediato anterior, reportó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Respecto del tercer trimestre de 2016, el PIB creció 1.5 por ciento, la tasa más baja en tres años y medio, de acuerdo con el Inegi.
Los sismos y huracanes de septiembre, así como la caída en la producción de
En el tercer trimestre, y en comparación con el previo, el PIB de las actividades primarias –agricultura, silvicultura y pesca– creció 0.5 por ciento y, con ello, fue el único con avance. En términos anuales, es decir, respecto de septiembre de 2016, avanzaron 0.8 por ciento.
Las actividades secundarias, que incluyen la industria, minería y construcción y aportan poco menos de una cuarta parte del PIB, se contrajeron 0.6 por ciento respecto del trimestre previo y 0.7 por ciento en términos anuales. Es en este rubro, donde se refleja la caída en la producción de petróleo. Mientras el sector de los servicios –que contribuen con dos terceras partes del PIB– registraron en septiembre una caída trimestral de 0.1 por y, respecto al tercer trimestre de 2016, un avance de 2.5 por ciento, de acuerdo con el Inegi.
Las cifras actuales sugieren que la demanda interna se desaceleró en el tercer trimestre, aunque ello se debió en parte al impacto de los desastres naturales que afectaron al país en este periodo. Se estima una mejoría durante los próximos trimestres, donde las labores de reconstrucción apoyarán a la recuperación económica, aunque ésta avanzará probablemente a un ritmo moderado
, comentó Eduardo González, analista de Citibanamex, respecto de las cifras publicadas por el Inegi.
En el tercer trimestre de este año, la producción de petróleo tuvo una contracción de 12.2 por ciento, en comparación con el mismo periodo de 2016, mientras que la construcción retrocedió 1.4 por ciento, también a tasa anual, de acuerdo con el Inegi.
En el caso de los servicios, destacó el comercio minorista, que en el tercer trimestre de este año creció a una tasa anual de 0.2 por ciento, mientras que hace un año lo hacía a un ritmo de 6.9 por ciento. Los servicios financieros, mientras, avanzaron en el tercer trimestre 8.2 por ciento, una desaceleración respecto del repunte de 10.7 por ciento en el periodo comparable de 2016.
La actividad económica en el tercer trimestre del año estuvo influenciada por tres factores: el impacto de los sismos sobre las cifras económicas de septiembre; la recesión en la minería (debido a la caída en la producción de petróleo); y la caída en la industria de la construcción
por la reducción en el gasto público debido a los esfuerzos del gobierno por reducir el déficit fiscal, explicó Alejandro Cervantes, analista de Banorte Ixe.
Para los siguientes meses, apuntó, la dinámica de la economía estará determinada por la desaceleración marginal en el consumo privado ante los altos niveles de inflación, lo que será compensado parcialmente por la generación de empleo y el crédito bancario; disminución en el gasto del gobierno en infraestructura; y la recesión de la minería por la caída en la producción de petróleo, lo que anulará parcialmente los efectos positivos de la demanda interna, añadió Cervantes.