Baja California Sur llegó en octubre pasado a su máximo histórico de homicidios dolosos: 135 crímenes en ese mes, la mayoría cometidos con arma de fuego en la famosa ciudad turística Los Cabos y en la capital, La Paz.

El aumento es exponencial, de casi 200 por ciento, respecto del registro de septiembre.

Los 135 homicidios dolosos (consignados en 98 averiguaciones previas o investigaciones) significan un nivel sin precedentes en dos décadas.

Integrantes del gabinete de seguridad adjudicaron la violencia, sin precedentes en esta entidad de apenas 800 mil habitantes, a una enorme demanda de droga y a la disputa de dos cárteles: Sinaloa y Jalisco Nueva generación.

La sangrienta disputa es por el mercado de cocaína, metanfetaminas y opiáceos, indicaron los funcionarios consultados.

Un día después del asesinato del ombudsman estatal y de su hijo, así como del ataque a su esposa e hija, fueron difundidas cifras de incidencia delictiva en octubre.

Si bien aumentaron robo de vehículos, lesiones, extorsiones y daño en propiedad ajena, la ola de violencia se enfoca en los homicidios cometidos con arma de fuego.