Padres de familia de alumnos de escuelas públicas ubicadas en el Centro Histórico y colonias colindantes exigieron a la Secretaría de Educación Pública (SEP) dar a conocer el monto de recursos que serán destinados a los planteles que resultaron afectados por el sismo del 19 de septiembre, pues a la fecha no se ha asignado ni un sólo peso para su reconstrucción.

Tania Argumedo, directora territorial del Centro Histórico de la delegación Cuauhtémoc, refirió que antes del sismo se había comprometido un monto de 140 millones de pesos del Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM) para dar mantenimiento mayor a 28 inmuebles, dos cerrados tras ser considerados de alto riesgo, pero tampoco se ha liberado ese recurso.

Entre ellos se encuentra la escuela primaria Miguel Serrano, ubicada en la calle República de Cuba 95, donde en julio pasado se desplomó el techo de un aula por la humedad ocasionada por las lluvias; y la secundaria número 11, Adriana García Corral, ubicada en la calle Belisario Domínguez, clasificada como inhabitable.

Con el sismo todas las escuelas tuvieron algún daño, no todas de gravedad, pero las afectaciones se sumaron al deterioro que ya enfrentaban por la falta de mantenimiento mayor, por lo que los padres exigen atención para todas ellas, ya sea del FAM o del Fondo Nacional de Desastres (Fonden), que todo mundo habla de él, pero nadie sabe dónde están los recursos, expresó.

Los padres de familia enviaron un escrito al titular de la SEP, Aurelio Nuño, donde le piden que se realice un recorrido por las diferentes escuelas, con personal especializado en estructuras o directores responsables de obra, para homologar criterios y determinar los riesgos propios de cada plantel y los que puedan causar a inmuebles colindantes.

Es necesario conocer los recursos del Fonden destinados a cada plantel, de qué manera serán las ministraciones y tiempos determinados, expusieron.

Entre las escuelas que resultaron con afectaciones por el sismo está la primaria Abraham Castellanos, ubicada en Plaza del Estudiante número 4, que se abrió el primero de noviembre, pero tiene cuarteaduras en todos los salones, desfase en escaleras, fisura vertical en columnas, varillas expuestas y corrosión.

También está el Centro Escolar Revolución, donde convergen siete escuelas y hay una que resultó con daños y no está en uso, pero requiere una escalera de emergencia, porque antes era una cárcel de mujeres y durante el temblor los estudiantes tuvieron que dar varias vueltas para poder salir, expusieron.