Tula de Allende, Hgo.

Ramón Ojeda Mestre, secretario general de la Corte Internacional de Arbitraje Ambiental (CIAA), con sede en Madrid, calificó de ecocidio la tala de árboles en la ribera del río Tula realizada por empresas que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) contrató para el revestimiento y la ampliación de un canal de aguas negras en la comunidad San Marcos.

El especialista en derecho ambiental anunció medidas legales, algunas de carácter internacional, para frenar la obra y deslindar responsabilidades por delitos ecológicos.

Internacionalizaremos la lucha contra el ecocidio que lleva a cabo la Conagua, advirtió Ojeda Mestre luego de recorrer la zona devastada acompañado por activistas del Comité contra el Ecocidio en el Río Tula (Ccert) y de la asociación civil Azcatl Takiti, quienes calcularon que más de mil 800 árboles fueron talados por orden de la Conagua en la primera semana de noviembre, sólo en San Marcos.

Ojeda Mestre encontró los restos de ahuehuetes de más de 30 metros de altura y dos de diámetro, que ya se encontraban en la ribera cuando se construyó la ciudad de Tula.

Ante activistas, dijo que el medio ambiente de Tula colapsó por la contaminación causada por la refinería Miguel Hidalgo y otras empresas asentadas en el municipio; por ello, consideró que derribar un solo árbol provoca aún más alteraciones, y anunció acciones legales contra Conagua para cancelar la obra, que está suspendida.

No pueden reponer un árbol milenario de 30 o 40 metros de altura con una plantita, afirmó en referencia a la promesa de Conagua de paliar la tala de ahuehuetes y otros árboles con la reforestación de predios aún no identificados.