Para evitar que las transmisiones del Mundial de Futbol interfieran en los debates presidenciales, el Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó en comisiones que el último de los tres se lleve a cabo el martes 12 de junio, con mucha anticipación a la jornada de votación.

A pesar de que los partidos políticos propusieron mayor número de debates, fechas y horarios distintos, la Comisión Temporal de Debates no movió ayer ningún aspecto del proyecto, salvo lo propuesto a última hora por el consejero Benito Nacif, presidente de dicho órgano.

Todos se realizarían a las 20 horas. El primero, el 22 de abril en la Ciudad de México; el segundo, el 20 de mayo en Tijuana, Baja California, y el tercero, el 12 de junio en Mérida, Yucatán.

Nacif argumentó que decidieron hacer el último encuentro entre los presidenciables justo dos días antes del inicio de la Copa del Mundo, para que haya tiempo de efectuar el posdebate sin que se desvíe la atención de los ciudadanos hacia ese deporte.

Después, en entrevista comentó que como la ley no obliga a las televisoras a transmitir el tercer debate, se buscó una fecha que pueda ser atractiva para los concesionarios, considerando que la competencia futbolística es su prioridad.

En la sesión, su colega Ciro Murayama respaldó celebrar este diálogo entre candidatos antes de que se encime con el Mundial, mientras Marco Antonio Baños coincidió con los partidos políticos en que el futbol no tiene impacto negativo en la atención hacia los debates. De hecho, votó contra la última fecha propuesta.

El Mundial tuvo tal relevancia que salieron diversas minucias. Eduardo Aguilar, representante de Acción Nacional ante el INE, planteó que nunca se había programado un debate con casi un mes de anticipación y les hizo notar que los juegos se transmitirán en las mañanas y tardes (por la diferencia de horario con Rusia), por lo que no habría problema con realizar estos ejercicios las nueve de la noche.

Pidió posponer estas decisiones luego del sorteo de los partidos, para evitar que la transmisión coincida con el de México y les recordó que en Estados Unidos los debates se hicieron muy cerca del día de la votación.

El Partido Verde fue más allá y propuso seis debates, el último una semana antes de la elección, mientras el Partido de la Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano solicitaron organizarlos entre semana para dejar descansar a los electores los domingos y que todos sean en la Ciudad de México para ahorrar dinero.

Los consejeros acordaron que el formato será más abierto que lo acostumbrado: en cada debate habrá más de un moderador y los participantes responderán preguntas o planteamientos que no hayan conocido con anterioridad, aunque sí los temas.

Además, el orden y la duración de las participaciones durante los segmentos de discusión no serán previamente definidos, aunque se buscará que haya equidad y trato igualitario. Todo esto será votado en la sesión del Consejo General del miércoles.