ada que le toca actualizar las cifras relativas al empleo formal del país, el inquilino de Los Pinos celebra lo que considera un gran triunfo de su administración –aunque las plazas laborales son generadas por la iniciativa privada–, por ser la que reporta el mayor número de puestos de trabajo desde que la estadística oficial le da seguimiento puntual.

Un par de días atrás Enrique Peña Nieto destacó que en su administración se ha creado prácticamente el doble de empleos generados en un periodo similar de cualquier sexenio anterior. En octubre se abrieron 194 mil 758 puestos de trabajo formales y por primera vez en la historia de México en sólo 10 meses hubo más de un millón de contrataciones en el mercado laboral (75 por ciento permanentes y 25 por ciento eventuales).

Se trata, dijo, de tres cifras récord dignas de presumir. El reporte más reciente demuestra que nunca ha habido un mes de tanto empleo como el registrado en octubre (de 2017), y a estas alturas del año suman ya 3 millones 328 mil puestos laborales (en lo que va de su sexenio). De éstos, casi 30 por ciento ha sido para jóvenes y más de 40 por ciento para mujeres.

Por ello, este es el sexenio del empleo, aunque en ninguna de sus presentaciones el inquilino de Los Pinos –ni el Secretario del Trabajo- detalla cuántas de las plazas presumidas son de nueva creación y cuántas, ya existentes, sólo se formalizaron. De cualquier suerte en la estadística oficial aparece el total, y éste, al cierre de octubre pasado, fue de 3 millones 328 mil plazas, que sin duda es un número importante.

El problema comienza a la hora de constatar la creciente precariedad de los empleos registrados, por lo que en todo caso la frase válida sería “el sexenio del empleo… de mala calidad”, de acuerdo con el análisis temático realizado por el Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Instituto Tecnológico de Monterrey, campus estado de México, del que se toman los siguientes pasajes.

El incremento observado en el número de trabajadores registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) durante los últimos cinco años ha sido uno de los factores que han contribuido para disminuir significativamente la desocupación en el país. Sin embargo, generar empleos por el solo hecho de hacerlo sin considerar la calidad de las remuneraciones, prestaciones, jornada laboral, disponibilidad de contrato, entre otras, resulta insuficiente para alcanzar un nivel adecuado de desarrollo económico y mejorar la calidad de vida de la población.

En los primeros cinco años de la actual administración se ha registrado un incremento de 3 millones 328 mil 738 trabajadores registrados en el IMSS, mientras el porcentaje de desocupados respecto del total de la población económicamente activa fue de 3.6 por ciento en el tercer trimestre de 2017, cifra significativamente menor en comparación con 4.9 por ciento del cuarto trimestre de 2012, el último de la administración calderonista (cuyo titular también se autodenominó presidente del empleo).

No obstante, la calidad de los empleos generados (o formalizados) a lo largo de los últimos cinco años no ha presentado señales de una mejora significativa y en algunos casos se observan detrimentos importantes. Particularmente, el nivel de ingresos de los trabajadores es uno de los rubros donde se observa un retroceso significativo.

Durante la gestión del gobierno actual la cantidad de personas que perciben más de cinco salarios mínimos diarios ha disminuido en poco más de un millón 200 mil, mientras el rango salarial que registró el incremento más cuantioso fue aquel en el que los ingresos oscilan entre más de 1 y hasta 2 salarios mínimos, con casi 2 millones y medio de trabajadores.

Otro de los renglones en el que los avances han sido mínimos es el relativo al acceso a las instituciones de salud. En los últimos 5 años el número de trabajadores que cuentan con dicha prestación aumentó en más de 1 millón 887 mil personas, pero esa cifra se ve opacada ante el incremento en la cantidad de individuos que carecen de acceso a alguna institución de salud (poco más de 1 millón 761 mil trabajadores).

Adicionalmente, la estructura de la población subocupada por nivel de instrucción tampoco ha mostrado una variación importante. Si bien el número de subocupados se redujo en cada uno de los niveles que van desde la primaria incompleta hasta la secundaria completa, la cantidad de trabajadores que cuentan con un grado de estudios de nivel medio superior y superior se incrementó en poco más de 64 mil.

Por otro lado, del total de las alzas registradas en el IMSS hasta octubre del presente año, poco más del mitad (52 por ciento) tuvo su origen en las actividades secundarias, de las cuales el 63 por ciento provinieron de las manufacturas y el 36 por ciento de la construcción. No obstante, el ritmo de crecimiento en el número de trabajadores registrados en la institución de salud podría moderarse en los próximos meses como consecuencia de la desaceleración que sufre la actividad industrial de nuestro país.

Durante septiembre el total de la industria nacional registró una caída anualizada de 1.2 por ciento, medida con cifras originales. Lo anterior se dio como resultado de la caída a doble dígito que sufrió la minería (-15.1) y el avance marginal de la construcción (0.1), de tal forma que los incrementos en las manufacturas (2.8) y en la generación de energía eléctrica y suministro de aguas (1.4) resultaron insuficientes para evitar el desempeño negativo del total de la actividad industrial.

La desaceleración industrial traerá consigo menor generación de empleo en actividades como la construcción y las manufacturas, que han sido fundamentales en el incremento observado en el número de trabajadores en el IMSS en los tiempos recientes. Si bien es importante lograr un incremento en las plazas laborales, su calidad es primordial para mejoras significativas en el nivel de vida de la población.

Un empleo carente de una prestación cardinal, como el acceso a una institución de salud, además de obtener una remuneración insuficiente, provoca que prácticamente la totalidad de los ingresos laborales se destine a satisfacer únicamente las necesidades básicas de la población.

Las rebanadas del pastel

A estas alturas ni quién se acuerde de la Revolución mexicana, pero vale oro como pretexto para otro puente vacacional… El billete verde cerró semana a 19.42 pesitos y el barril mexicano de exportación a 53.19 dólares.

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