Viernes 17 de noviembre de 2017, p. 30
Washington.
La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este jueves la reforma fiscal impulsada por el presidente Donald Trump, lo que pone a los republicanos y al mandatario más cerca de conseguir la mayor reforma tributaria en una década, aunque hay incertidumbre sobre si pasará en el Senado, donde los republicanos tienen una exigua mayoría.
La Cámara baja aprobó su versión del plan impositivo con 227 votos a favor y 205 en contra, horas después de que Trump viajó al Capitolio, que reúne las dos cámaras del Congreso, para urgir la aprobación.
El proyecto de ley, que se cree que ampliará el déficit federal en casi 1.5 billones de dólares en 10 años, reduce el impuesto a las ganancias corporativas del actual 35 por ciento a 20 por ciento; también reduce el impuesto a la renta personal. Asimismo, simplifica el sistema tributario con la eliminación de múltiples deducciones impositivas y la promesa, para el 90 por ciento de los contribuyentes, de completar su declaración con una tarjeta postal
y no con engorrosos programas informáticos.
Beneficio para ricos y empresas
El principal escollo para la propuesta se encuentra en el Senado, donde los republicanos de Trump tienen una mayoría muy ajustada. Allí se debate una versión propia de la ley, independientemente de la Cámara de Representantes, y algo distinta. Si el Senado impone su versión, habrá que llegar a un compromiso entre las dos propuestas.
Trump, que busca la primera gran victoria legislativa de su mandato, acudió al Capitolio de Estados Unidos justo antes de la votación para instar a los republicanos a aprobar el plan, que los demócratas consideran un beneficio para ricos y empresas.
De aprobarse la reforma, sería la primera propuesta de ley importante que Trump haya podido imponer en más de un año después de ganar las elecciones. En el Senado hay fuertes discusiones. Los expertos no creen que Trump pueda firmar la ley antes de Navidad.
Un código impositivo simple, justo y competitivo será un combustible para nuestra economía y está a nuestro alcance. Ahora es el momento de conseguirlo
, dijo la vocera de la Casa Blanca, Sarah Sanders, después de la votación en la Cámara.
Pero el camino del plan de impuestos en el Senado está plagado de obstáculos por las preocupaciones sobre el déficit federal, la atención médica y la distribución de los beneficios fiscales. Los republicanos no pueden perder más de dos votos si los demócratas permanecen unidos en su oposición.