El PRIAN y la evasión a los derechos homoparentales
or qué los diputados de los partidos Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI) evaden discutir y votar en el pleno del Congreso local la actualización del Código Familiar del Estado para permitir el matrimonio homoparental en la entidad? Tal vez sea porque están en una encrucijada: no quieren contravenir a los votantes conservadores en vísperas de proceso electoral, ni a instituciones que les generan expectativas políticas, como la Iglesia; al mismo tiempo, tienen la certeza de que al votar en contra de la iniciativa estarán contraviniendo las disposiciones avaladas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, cuyos argumentos en favor del reconocimiento de los derechos de las parejas homosexuales para contraer matrimonio son contundentes. Recordemos que muchos derechos están vinculados con el matrimonio, como la seguridad social. Por ello, el matrimonio es un derecho sobre otros. Negarlo implica negar el resto. Los conservadores ya perdieron el debate. Entonces, sólo les queda la presión. De hecho, en Zacatecas se pueden casar parejas homosexuales, pero deben ampararse y seguir un camino sinuoso.
Cuando el Ejecutivo federal quiso modificar el Código Civil, la Iglesia y sus tentáculos más oscuros realizaron manifestaciones en contra de los derechos de las parejas del mismo sexo. Pero el pensamiento conservador es extraño. Ahora los partidos que se sienten más comprometidos con dichos sectores evaden el caso. El PAN nació de esa corriente, entre sinarquistas. Y el PRI, con el Ejecutivo estatal en sus manos, no quiere enemistarse con las iglesias porque, según sus cálculos, el resultado electoral sería desventajoso. Son esos intereses electorales los que guían su comportamiento, y no el derecho de un segmento de la población.
Un elemento que dejó ver este acontecimiento es la división entre los integrantes del frente integrado por las fracciones del Partido de la Revolución Democrática y del PAN. ¿Cómo sostendrán un frente político sin programa común? Con puro pragmatismo electoral. La decadencia política.