La autonomía universitaria y la transparencia no se contraponen, pero esta última plantea diversos desafíos a las instituciones académicas, expusieron asistentes al foro Las universidades ante el reto de la transparencia y la protección de datos.

Mónica González Contró, abogada general de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), indicó que el acceso a la información es un derecho humano, por medio del cual se llega a otras garantías, además de que es fundamental para evitar malas prácticas.

González Contró remarcó que este tema es de gran relevancia, por ello las universidades tenemos que ser ejemplo en materia de transparencia. En el acto organizado por el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), detalló que a ese respecto la UNAM estableció dos organismos: la Unidad de Transparencia y el Comité de Transparencia. Este último, presidido por la abogada general de la UNAM.

Ejercer la transparencia y la protección de datos personales ha sido un reto sin precedentes que ha implicado esfuerzos institucionales muy importantes.

Dijo que en muchas instituciones “quizás han experimentado gran resistencia, pero poco a poco y de manera muy exitosa se ha logrado hacer entender a la comunidad que es una obligación constitucional y un derecho humano que tiene que ver con la lucha contra la corrupción.

Comentó que en lo que va del año la máxima casa de estudios ha tenido más de mil 900 solicitudes de información y en 2016 el Comité de Transparencia emitió 166 resoluciones del 10 de mayo al 31 de diciembre y en 2017 llevábamos 759 resoluciones hasta el 30 de octubre.

José Sergio Barrales Dominguez, rector de Universidad Autónoma Chapingo (Uach) descartó que las obligaciones de transparencia de las universidades estén reñidas con la autonomía, pero que sí ha causado que se desatiendan otros temas, pues se deben establecer instancias para tal propósito. En el caso de la Uach dos personas se encargan de ese aspecto. Asimismo consideró que se deben inventar formatos propios para estas instituciones educativas.

Juan Guerra Liera, rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, dijo que al respecto el principal reto ha sido convencer a la comunidad. Subrayó que esto aporta, no sólo para evitar la corrupción, sino para transparentar sobre todos los aspectos de recursos, que cada vez son más bajos, y estamos obligados a informar para convencer en un futuro que el aporte presupuestal a las instituciones son pertinentes, se convence de que se aplica para lo que fue requerido, y esto aumenta la confianza.