Temor a las réplicas provoca que miles pasen la noche en la calle, a pesar del frío
Reportan más de 7 mil lesionados
El presidente Rohani promete ayuda a los damnificados
Martes 14 de noviembre de 2017, p. 28
Teherán.
Voluntarios retiraban este lunes con sus manos los escombros de inmuebles derribados por un terremoto que provocó al menos a 400 muertos y más de 7 mil heridos en la región montañosa en la frontera entre Irak e Irán. Casi todas las víctimas vivían en una zona que fue reconstruida desde que concluyó la guerra de los años 80.
El terremoto de magnitud 7.3 ocurrido la noche del domingo tuvo su epicentro a 31 kilómetros de la ciudad de Halabja, en la zona este de Irak, según las últimas mediciones del Servicio Geológico de Estados Unidos.
Cifras oficiales reportaban 407 muertos, mientras la agencia semioficial iraní Tasmin informaba de 445. Se reportaron 7 mil 165 heridos, la mayoría ya fueron dados de alta, pero mil permanecen hospitalizados.
El líder supremo de Irán, el ayatola Alí Jamenei, dio sus condolencias a las familias de las víctimas e instó a todas las agencias oficiales a ayudar a los afectados. El presidente iraní, Hassan Rohani, prometió a los damnificados la ayuda que necesiten, y su gobierno anunció tres días de luto, en momentos en que Alemania, Francia, Reino Unido, Rusia, Siria, el papa Francisco, y la Organización de las Naciones Unidas enviaron condolencias y tanto Berlín como Naciones Unidas ofrecieron ayuda en caso de necesidad.
El sismo ocurrió a las 21:48 (hora de Irán), justo cuando la gente se preparaba para dormir. Los daños más graves parecían haber ocurrido en la ciudad kurda de Sarpol-e-Zahab, en la provincia de Kermanshah, en las montañas de Zagros, frontera con Irak. La zona es rural y la mayoría de viviendas están construidas con adobe.
Los equipos de emergencia mantenían sus operaciones para rescatar a decenas de atrapados entre los escombros en poblados y ciudades en esa occidental provincia. Más de 300 víctimas estaban en el condado de Sarpol-e Zahab, en Kermansha, a unos 15 kilómetros de la frontera con Irak.
Los afectados, muchos de ellos envueltos en frazadas, pedían ayuda en medio de edificios derrumbados y automóviles enterrados en escombros. Necesitamos un refugio
, dijo un hombre de mediana edad de Sarpol-e Zahab a la televisión estatal. ¿Dónde está la ayuda?
, clamaba, tras asegurar que su familia no podía pasar otra noche en medio del frío.
Los cortes en los caminos dificultaban los trabajos de rescate para llegar a las localidades más remotas. El director de la Media Luna Roja iraní dijo que más de 70 mil personas necesitaban refugios de emergencia.
El suministro de electricidad y agua fue cortado en varias ciudades iraníes e iraquíes, mientras el temor a las réplicas llevó a miles de personas en ambos países a pasar la noche en calles y parques a pesar del frío.
En la parte iraquí, la cifra de víctimas fue menor. Las autoridades en las ciudades kurdas de Sulaimanya y Halbaya dieron a los funcionarios el día libre, ya que cientos de casas quedaron destruidas en la región. Gran parte de las viviendas dañadas se encuentran en Darbandikhan, donde se reportó la muerte de cuatro personas.
Irán se ubica sobre grandes fallas tectónicas, por lo que sufre frecuentes sismos. El 26 de diciembre de 2003, uno de magnitud 6.6 devastó la histórica ciudad de Bam, mil kilómetros al sureste de Teherán, y murieron cerca de 31 mil personas.