Padres de familia reprochan negativa de la SEP a destinar fondos para resarcir daños
Martes 14 de noviembre de 2017, p. 32
A casi dos meses de los sismos del 7 y el 19 de septiembre, un centenar de primarias y secundarias en Iztapalapa y Xochimilco continúan cerradas y sin clases, ante la negativa de la Secretaría de Educación Pública federal (SEP) de otorgar recursos económicos y/o técnicos para repararlas, por lo que integrantes de esas comunidades escolares emprenderán una serie de acciones de protesta.
Según afectados por esa situación, la misma entrega de aulas provisionales –para sustituir los planteles que fueron clasificados en rojo, es decir, que registraron daños estructurales graves, y deben demolerse– tampoco se ha concretado, y ahora deja en manos de los padres de familia y de los docentes la obligación de reparar los planteles.
La desesperación llevó ayer a padres de familia y alumnos de la primaria Rey Tizoc, localizada en avenida México número 6131, colonia Huichapan, delegación Xochimilco, a impedir el paso de los usuarios a la estación Xochimilco del Tren Ligero; mientras padres y docentes de la primaria Alicia Martínez Montoya, ubicada en la calle Luis Garcia 85, colonia Peñon Viejo, delegación Iztapalapa, aseguraron que este martes presentarán, en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos una queja en contra del titular de la SEP, Aurelio Nuño Mayer.
Contrario a lo señalado por las autoridades, en Iztapalapa hay más de 60 escuelas sin clases, por lo que este miércoles, algunos de los 600 estudiantes de esta primaria convertirán el Zócalo en un gran salón de clases, anunció la maestra Olivia Monroy.
Una situación similar se registró ayer en la delegación Venustiano Carranza, donde madres y padres de familia de las escuelas Maestro Lauro Aguirre, que está en el cruce de las calles Matilde Márquez y Quetzalcóatl, en la colonia Peñón de los Baños, y Hermenegildo Galeana, aledaña al plantel, bloquearon desde la mañana los carriles centrales y laterales del Circuito Interior, a la altura de la calle Fundidora Monterrey, y de la Terminal 1 del aeropuerto de la capital, en demanda de que se haga la revisión estructural de esos espacios, pues siguen cerrados y los alumnos deben ir a lugares lejanos a tomar clases.
Tal situación impactó la circulación en una amplia zona del oriente de la capital.