San Cristóbal de las Casas, Chis.

El titular de la Secretaría de Protección Civil de Chiapas, Luis Manuel García Moreno, descartó que la disminución de agua de las cascadas de Agua Azul se deba al desvío artificial del río, “es un fenómeno natural que no representa peligro para la población de la zona y los turistas.

No se puede afirmar que se esté secando el río, porque hay flujo de agua. Es apto para las actividades turísticas, lo cual es importante, pues alrededor de 200 mil turistas las visitan al año. Hay disminución, pero sigue siendo un lugar emblemático y hermoso que hay que seguir visitando”, añadió en rueda de prensa.

Dio a conocer que este año llovió más en Chiapas que en 2015 y 2016, y detalló que hay un desvío natural al margen izquierdo del río y se analiza una grieta para conocer las condiciones debajo de las rocas, por lo que en cinco días estará el estudio para determinar la disminución de las corrientes.

Las cascadas de Agua Azul se ubican en el río del mismo nombre (Agua Azul) y la subcuenca del Tulijá; pertenecen al municipio de Tumbalá, cerca de la vía que comunica a Ocosingo con Palenque. Desde hace muchos años son un atractivo turísticos natural muy visitado en la entidad.

Descenso de agua, normal

Adrián Méndez Barrera, delegado estatal de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, dijo que el descenso de agua se debe a la captación en toda la región Tulijá y cascadas de Agua Azul, además de que los afluentes al cauce principal disminuyeron su volumen.

Explicó que el nivel de agua de las cascadas de Agua Azul también bajó por una bifurcación en sus condiciones naturales; una cantidad menor de captación de líquido por deforestación, y un elemento reciente que tiene que ver con movimientos tectónicos.

Existe información multifactorial como la densidad poblacional, la disminución de flujo de agua sobre el cauce; y testimonios de pobladores refieren que las condiciones cambiaron después del sismo del 7 de septiembre pasado, dijo.

Expuso que es zona geológica de roca caliza, cuya característica es que se disuelve con el agua, y es probable que alguna falla haya colapsado y el líquido se infiltró a una parte subterránea, lo cual se confirmará al concluir el estudio.

Precisó que con el análisis en el que participa el Instituto de Geofísica de la UNAM se sabrá si el terremoto del 7 de septiembre cambió la placa tectónica y afectó el cauce del río Agua Azul, y por lo tanto las cascadas.