Chiapas alberga a muchasfamilias en la miseria, reconoce
Rodrigo Aguilar destaca su interés por la dignidad de las personas
Viernes 10 de noviembre de 2017, p. 14
Rodrigo Aguilar Martínez, recién nombrado obispo de la diócesis de San Cristóbal de Las Casas, aseguró que la migración, pobreza y la falta de oportunidades que se viven en el sureste representan retos por afrontar en el nuevo encargo que le asignó el papa Francisco.
Ya he vivido un poco esas realidades; pero creo que ahora las encontraré a veces en manifestaciones extremas y desgraciadamente de manera frecuente, pues tengo los datos estadísticos y noticias de que Chiapas, a pesar de su riqueza natural, también alberga a muchas familias en la miseria y en el olvido.
El pasado 3 de noviembre el pontífice nombró a Aguilar Martínez obispo de la diócesis de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, en sustitución de Felipe Arizmendi Esquivel.
En entrevista para el semanario Desde la fe, Aguilar Martínez, quien antes de su designación se desempeñaba de obispo de Tehuacán, Puebla, aseguró que continuará con la herencia pastoral en defensa de la dignidad de los seres humanos legada por todos sus antecesores, desde fray Bartolomé de las Casas, hasta otros más recientes, como Samuel Ruiz, Raúl Vera y Felipe Arizmendi.
Si no me importara la dignidad de las personas, especialmente de las más pobres y sojuzgadas, no merecería ser llamado obispo ni haber aceptado la misión. A los obispos anteriormente mencionados, y muchos más en la historia de San Cristóbal de Las Casas, quiero verlos como un testimonio para la misión que Dios me encomienda aquí ahora. Mucho se habla en la actualidad de la dignidad del ser humano, pero también mucho se daña a personas concretas en su dignidad.
Antes de trasladarse a la su nueva diócesis, señaló a los fieles de Tehuacán que quiere “pedirles perdón por mis acciones negativas o por mis omisiones; segundo, darles las gracias por su acogida amable y generosa.
“Luego, a quienes alimentan la violencia, la corrupción y la impunidad, les pido que recapaciten, ya que es un camino que los dejará vacíos y con remordimientos; anímense a cambiar, confíen en la misericordia de Dios, que perdona y espera.
Por otra parte, a quienes injustamente han sido víctimas de estos males sociales les digo que no desesperen, que no alimenten el deseo de venganza, perdonen a pesar de todo, hagan paz en su corazón y constrúyan a su alrededor, entonces encontrarán la alegría de actuar con la verdad y con el bien, una alegría que nadie les podrá quitar.