Dallas, Texas.

La Junta de Perdones y Libertades Condicionales de Texas negó por unanimidad otorgar clemencia al mexicano Rubén Ramírez Cárdenas, a poco más de 24 horas de cumplirse el plazo fijado para su ejecución por la violación y homicidio, en febrero de 1997, de su prima de 16 años.

Raymond M. Estrada, director de información pública del organismo, dijo que la junta votó 6-0 en contra de recomendar al gobernador de Texas, Greg Abbott, posponer la ejecución, y también 6-0 por no conmutar la sentencia del mexicano.

En tanto, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) apremió hoy a Estados Unidos a suspender la ejecución, prevista para hoy en Texas. Cárdenas Ramírez, protegido en 2004 por un fallo internacional, pidió una revisión de su juicio. Ejecutar la pena de muerte causaría no sólo daño irreparable a la persona, pero también significaría que el Estado no está cumpliendo con las recomendaciones de la CIDH, manifestó en un comunicado el organismo.

En México, el Senado exhortó al titular del Poder Ejecutivo federal que solicite al gobernador de Texas y al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el indulto y la reposición del proceso penal. También se pidió a la cancillería que en nombre del Senado, solicite a la Sección de Clemencia, Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas, se suspenda la pena capital.

Clemencia ejecutiva

El voto de la junta en contra disminuye la posibilidad de salvar la vida del mexicano, aunque el gobernador Abbott aún tiene la autoridad de frenar la ejecución por 30 días, en un acto de clemencia ejecutiva.

Ramírez Cárdenas, de 47 años de edad y originario de Irapuato, Guanajuato, fue sentenciado a la pena capital por la violación y muerte de su prima hermana Mayra Azucena Laguna, de 16 años de edad, el 22 de febrero de 1997 en la comunidad de Edinburg, en el sur de Texas.

Los padres de Laguna reportaron la desaparición de su hija a las autoridades. En el curso de la investigación, la policía interrogó a Ramírez Cárdenas, quien se presentó voluntariamente a declarar.

El mexicano dio una declaración a las autoridades en la que admitió que había matado a su prima y condujo a la policía al lugar en el que violó a la víctima y depositó su cuerpo.