Intelectuales, artistas y líderes sociales, entre ellos Pablo González Casanova, Francisco Toledo, Juan Villoro, Óscar Chávez, Eduardo Matos Moctezuma, Bárbara Zamora, Gilberto López y Rivas, Magdalena Gómez y Mardonio Carballo acusaron al Instituto Nacional Electoral (INE) de ser discriminatorio, clasista, de engañar a la sociedad y haber incumplido la ley con la aplicación informática para conseguir más de 800 mil firmas para el registro de la vocera del Concejo Indígena de Gobierno (CIG), María de Jesús Patricio, Marichuy, como candidata independiente a la Presidencia de la República.

En un pronunciamiento de la asociación civil Llegó la Hora del Florecimiento de los Pueblos, signado por 52 personalidades, exigieron al organismo que no ponga obstáculos para que Marichuy aparezca en la boleta electoral en 2018.

Antes del mediodía de ayer, Villoro, Zamora y López y Rivas demandaron en conferencia de prensa que se amplíe el plazo de recolección de firmas, que el método para ello sea mediante cédula de papel y se pueda realizar en todo el país. Anunciaron que en caso de una respuesta negativa del INE, acudirán al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

Los integrantes de la asociación civil sostuvieron que desde que el INE dio a conocer los requisitos, medios y plazos para ser aspirante, y después la principal forma para recabar el apoyo ciudadano, tuvieron claro que entrábamos a una forma de entender y hacer la política profundamente excluyente, discriminatoria y antidemocrática.

En el mejor de los casos, que se había diseñado un proceso pensando en un país que no es México; realizable, quizá, en naciones como Suiza o Suecia, cuando la campaña de Marichuy se realizará prioritariamente ahí donde se encuentra el México profundo, ahí donde no llega ningún candidato, ahí donde no hay señal de celulares, ahí donde es imposible llevar una fotocopiadora, donde muchas veces no hay siquiera luz eléctrica, ahí donde desde el poder se corta la señal de telefonía.

A quienes lograron echar a andar la supuestamente ultramoderna, segura y democrática aplicación del INE, y han estado en contacto con el personal destinado para apoyo técnico, podemos afirmar que no funciona, además de que el costo promedio de los dispositivos es de 5 mil pesos, equivalente a los hasta tres salarios mínimos que gana 81.7 por ciento de la población.

También consideraron una broma de mal gusto la perogrullada tan eufóricamente difundida por los funcionarios electorales de que 60 auxiliares serían suficientes para conseguir las más de 800 mil firmas, con un tiempo estimado de 4 minutos 30 segundos para recabar el apoyo de una persona, lo que es falso para inmensas zonas empobrecidas de las áreas urbanas, para no hablar de la casi totalidad de regiones rurales, es decir, donde vive la mayoría de la población del país.

Por lo anterior, denunciaron que casi 45 por ciento de los auxiliares registrados para apoyar a Marichuy no han podido empezar a enviar los apoyos recabados.