Coyuca de Catalán, Gro.

Los 107 miembros de la Asociación de Productores de Mezcal del Estado de Guerrero (Apmeg) enfrentan inseguridad en las regiones de la Tierra Caliente y la Costa Grande, y dificultades para distribuir alrededor de 200 mil litros que producen cada año.

Adán Coria, presidente de la Apmeg y miembro de la mesa directiva del nuevo ejido Cundán Grande, municipio de Coyuca de Catalán, que agrupa a 150 ejidatarios, dice que hasta ahora la delincuencia organizada “no nos ha molestado. Voy a ser derecho: Siempre ha habido cierto respeto. No nos metemos con nadie.

Pero sé que lamentablemente en otras zonas sí están molestando a los compañeros productores y les están pidiendo cuotas. Aquí afortunadamente no se han metido. Yo le pediría al gobernador (el priísta Héctor Astudillo Flores) que apoye a los 107 productores de mezcal.

Recuerda que hace 17 años se fundó la agrupación que preside con el objetivo de apoyar a todos los productores de la sierra. “Empezamos con los de Toro Muerto, municipio de Heliodoro Castillo; de poblados de los municipios de San Miguel Totolapan; Ajuchitlán del Progreso, Coyuca de Catalán y Zirándaro, en la Tierra Caliente, y de Zihuatanejo, Petatlán, Tecpan y Atoyac, en la Costa Grande.

Recuerda que recientemente los productores de mezcal de Guerrero y otros estados se enfrentaron a la pretensión de las empresas tequileras de desconocer la denominación de origen del mezcal.

Cuando empezamos con la asociación, en la denominación del mezcal entraron Oaxaca, San Luis Potosí, Zacatecas y Durango. Cinco estados luchamos por la denominación propuesta por Guerrero, resalta Adán Coria.

Agrega que ahora otras entidades buscan sumarse a la denominación porque producen agaves, aunque son muy distintos al que se cultiva en la sierra guerrerense (cupreata, papalote o maguey penca ancha).

Orgulloso, menciona que cuentan con una marca reconocida en el país y el extranjero: Mezcal El Guache, de la sierra de Guerrero. Nos dimos a la tarea de promoverlo, de acudir a diversas dependencias de gobierno en toda la República. Recorrimos desde Chiapas hasta Baja California.

Sin embargo, el presidente de la Apmeg insiste en que la distribución del mezcal sigue siendo el principal obstáculo, pues los intermediarios buscan comprar lo más barato posible y revender caro. “Del gobierno de Guerrero no ha habido interés en ayudarnos a sacar nuestro producto al mercado. No tenemos orientación.

“Salimos y vendemos poquito cuando las dependencias nos invitan. Pero no ha habido una empresa que nos compre el producto a buen precio para promoverlo y exportarlo.

En otros estados, los gobiernos les echan la mano. Ahí está Michoacán, que apoya muy bien, y Oaxaca y Zacatecas, ni se diga. Estuve en sus fábricas, que son financiadas por el gobierno, muy bien aprovechadas, y respaldan al productor. No son destilerías como las que tenemos aquí en la sierra, unas galeritas sencillas, muy rústicas.

Adán Coria calcula que en toda la sierra de Guerrero se producen unos 200 mil litros anuales de mezcal, “pero casi todo se queda en las regiones de la Tierra Caliente y la Costa Grande. Muy poco se destina a la Ciudad de México.

Quisiéramos que el gobierno diera buen apoyo. Estamos sacando adelante a muchas familias, con lo que evitamos que se metan en la siembra de enervantes y otras actividades delictivas.

Indica que pese a que los productores están casi en el olvido, buscan alternativas para exportar mezcal a Estados Unidos, pues la mayoría de sus fábricas, alrededor de 40, ya están certificadas por el Consejo Regulador de la Calidad del Mezcal.

Los 107 productores que integran la Apmeg dan trabajo a más de 800 personas.

“El precio del mezcal anda en unos 120 pesos, y es barato, ya que en cada hornazo se emplea a entre cinco y siete personas, a quienes se les pagan 500 pesos diarios y sus tres comidas.

Hay clientes en la ciudad de México que pagan 500 pesos el litro, pero venden una copa a 500 pesos. Lo he visto. Eso quiere decir que es un buen mezcal. Apenas lo llevamos a Acapulco, con una persona que abrió una mezcalería en la Costera (Miguel Alemán), y le fue de maravilla. A la gente le gustó.

Coria considera que si los gobiernos federal y estatal los apoyaran favorecerían a todos los productores, pues los mejores mezcales del país están en la sierra de Guerrero.