Del tamaño de ratones, los primeros vivíparos comían insectos y cazaban de noche
Investigación revela que antepasados del mono fueron pioneros en hacerse puramente diurnos
Resulta muy difícil demostrar esta teoría
, reconocen los autores de la misma
Martes 7 de noviembre de 2017, p. 2
Tel Aviv.
Hasta la extinción de los dinosaurios, hace 65 millones de años, no poblaron la tierra los primeros mamíferos diurnos, según afirman investigadores israelíes y británicos en la revista Nature Ecology & Evolution.
Hemos estudiado el tiempo activo de los mamíferos actuales para reconstruir las fases activas de los mamíferos primitivos
, afirma Roi Maor, de la Universidad de Tel Aviv y coautor del estudio. Los primeros mamíferos comenzaron a realizar actividades diurnas justo después de que desaparecieran los dinosaurios
, añadió. Hasta entonces, su vida transcurría de noche.
Algunos aún son nocturnos
Para su investigación, los expertos utilizaron dos árboles genealógicos en los que muestran los antepasados de cada especie. De las 2 mil 415 especies vivas analizadas, distinguieron entre los mamíferos activos de día, de noche o en ambos momentos. Hemos intentado cubrir toda la variedad de mamíferos
, señala Maor, desde elefantes a canguros o murciélagos. Estos últimos siguen siendo nocturnos.
Durante la era de los dinosaurios, paleozoica, vivieron principalmente mamíferos del tamaño de los ratones, que se alimentaban de insectos y cazaban de noche. No obstante, había especies del tamaño de un perro y otras que recuerdan a los castores actuales. Uno de los primeros mamíferos puramente diurnos es, según Maor, antepasado del mono. Los antepasados de los ungulados, como las vacas o los camellos, vivían tanto de día como de noche.
Resulta muy difícil demostrar esta teoría, pero los resultados de nuestra investigación la respaldan
, añade Maor. Hasta ahora, los paleontólogos habían intentado buscar las claves de la actividad diurna o nocturna en distintas características de los restos fósiles.
Pero para distinguirlo, lo más útil es examinar las partes blandas, como la retina, algo que normalmente no se conserva en los fósiles.
Sin embargo, gracias a los monos actuales hoy día sabemos que ven colores, que son útiles sobre todo durante el día, apunta el coautor del estudio. Eso sí, el equipo de investigadores reconoce que han dejado de lado otras posibles hipótesis basadas en restos fósiles por falta de datos.