Domingo 5 de noviembre de 2017, p. 11
Aunque las mujeres tienen más presencia en posgrados y doctorados en ciencias, esto no se ve reflejada esa participación en los espacios científicos más rigurosos del país, como la Academia Mexicana de Ciencias, el Sistema Nacional de Investigadores o como titulares en las universidades
, expuso Ana Buquet Corleto, directora del Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En entrevista, dijo que a pesar de que 50 por ciento de graduados de doctorados son mujeres, en la UNAM, por ejemplo, 67 por ciento de los investigadores titulares son hombres; las investigadoras en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) en el nivel II representan 33 por ciento y en el nivel III apenas 24.7 por ciento.
Añadió que la matrícula estudiantil de posgrado en 2016-2017 de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Estudios Superiores muestra que las mujeres representa 47.4 por ciento del total, y egresan 45.4 por ciento.
Con estas cifras, indicó, se requiere investigar de manera profunda qué está pasando en esa correlación de mujeres graduadas de doctorado en las ciencias y su inserción en el espacio académico
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No obstante, expuso que existen varias hipótesis que pueden aclarar estos puntos, la primera, dijo, es que cuando una mujer termina el doctorado, alrededor de los 30 años, es un periodo en el que si quieren tener hijos, formar una familia, etcétera, es como el último llamado
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Está relacionado también, agregó, con que en algunas entidades académicas para incorporarse como investigadores les exigen hacer un postdoctorado fuera del país. Este es otro obstáculo específico con marca de género, porque no es lo mismo que un joven de 30 o 35 años se vaya a hacer un postdoctorado al extranjero, un año o dos años, supongamos, a que lo haga una joven que tiene hijos
.
Buquet Corleto expuso que las mujeres terminan los doctorados en las distintas áreas de ciencias de manera muy brillante, pero luego no postulan algunas plazas o algunos proyectos... la lógica, se piensa, esla misma: que están en el proceso de tener hijos y no pueden conciliar esas dos partes con la demanda que implica un trabajo académico
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Refirió que para atender estos aspectos se requiere que las universidades ejerzan políticas de acción afirmativa, como generar plazas académicas para mujeres científicas.