Desde su puesta en funcionamiento, en enero del presente año, la agrupación policiaca de élite conocida como Fuerza Tamaulipas ha cometido un gran número de atrocidades en dicho estado, las cuales no han sido investigadas y permanecen en la impunidad, señaló el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo (CDHNL).

Como ya se informó en estas páginas, uno de los casos que alcanzó mayor eco mediático fue el del bombero José Antonio Rodríguez Martínez, acribillado en marzo pasado por elementos de Fuerza Tamaulipas, al parecer por no haber detenido su vehículo cuando se le ordenó, y a quien se le habría sembrado un arma larga para simular que él había atacado a los uniformados.

Sin embargo, este no es el único episodio de uso excesivo y arbitrario de la fuerza en el que se ha visto involucrada dicha agrupación, formada con los mismos integrantes de la antigua Policía Estatal Acreditable, pero con un nombre nuevo.

En un recuento de casos elaborado por el CDHNL –del cual La Jornada tiene una copia–, aparece a manera de ejemplo el caso de Jonatan Alexis Valdez Anzures, de 15 años, quien habría sido víctima de desaparición forzada a manos de Fuerza Tamaulipas el pasado 12 de enero.

Abusos en serie

De acuerdo con el padre de la víctima, Nicolás Valdez Hernández, el menor se encontraba parado a orillas de la Carretera Nacional, en la ciudad de Nuevo Laredo, luego de salir de una tienda de conveniencia, cuando escuchó disparos y salió corriendo hacia un terreno baldío para resguardarse.

Según testigos, las detonaciones que escuchó el joven fueron realizadas por policías que le disparaban a un vehículo, pero al ver a Alexis correr, también le dispararon en varias ocasiones y lo detuvieron, sin que hasta el momento se haya vuelto a saber de él.

Un caso más donde Fuerza Tamaulipas habría estado involucrada es el de dos mujeres –una de ellas menor de edad– que el 24 de enero de 2017 fueron detenidas por esa agrupación en la misma carretera que Jonatan Alexis Valdez, mientras se dirigían a su domicilio.

Luego de ser llevadas a una brecha ubicada detrás de un balneario, las dos mujeres fueron torturadas y humilladas por sus captores durante una hora y media. La menor de edad, además, fue abusada sexualmente por el líder del grupo policiaco, identificado como Comandante Cobra.

De acuerdo con la denuncia recabada por el CDHNL, los uniformados amenazaron a ambas víctimas con entregarlas al cártel de Golfo para que les mocharan la cabeza si se atrevían a denunciar lo ocurrido. Finalmente, fueron internadas en una celda por algunas horas y después liberadas tras pagar una multa administrativa de 300 pesos.

Estos dos casos forman parte de una serie mayor de agresiones, incluidos robos, ejecuciones extrajudiciales y extorsiones, que le han sido notificadas a las autoridades judiciales de Tamaulipas, sin que hasta el momento se haya detenido o juzgado a ninguno de los policías involucrados, lamentó la organización civil.