Continuó este fin de semana la purga que lleva a cabo la dirigencia del PRD contra militantes que han expresado su apoyo a Andrés Manuel López Obrador, líder nacional de Morena, rumbo a 2018.

El consejo estatal de Michoacán destituyó a cinco integrantes del comité del partido en aquel estado, de un grupo de 14 perredistas que serán sujetos a proceso. Los michoacanos impugnarán la decisión con el argumento de que se violó el debido proceso.

Hace unos días hicieron lo mismo siete perredistas, de un total de 15 a quienes el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) sometió a procedimiento especial sancionatorio. Entre ellos, Pablo Gómez, el senador Raúl Morón y Carlos Sotelo. Todos han sido sujetos a una suspensión por 30 días de sus derechos partidarios, como una medida cautelar, en tanto se da el proceso definitivo, que puede derivar en su expulsión del partido.

En diferentes oportunidades, los sancionados han recordado que el congreso nacional del PRD de septiembre de 2015, como máximo órgano de decisión del instituto político, resolvió que el sol azteca debe ir unido con la izquierda, y en casos excepcionales con el Partido Acción Nacional. La dirigencia acordó ir en alianza con PAN y Movimiento Ciudadano, en el Frente Ciudadano por México.

También han señalado que la suspensión de sus derechos es injustificada y procedimentalmente indebida. Pablo Gómez apuntó, entre otras razones, que se aplicó sin que se le diera derecho de audiencia, y el CEN, encargado de promover la sanción, carece de atribuciones al haberse cumplido los tres años de gestión para el que fue electo el Consejo Nacional, que es el órgano electivo del que surgió.