En una nueva edición del debate sobre los gastos de campañas del gobernador electo de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme, el Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó, por una estrecha mayoría de seis-cinco, añadir como desembolso no reportado los egresos para la producción de 84 videos difundidos en redes sociales. Con ello, el coste de campaña de Riquelme rebasaría por 1.7 millones de pesos, el tope de gastos de campaña a gobernador fijado en 19.2 millones de pesos.

Tras casi tres horas de debate relacionado con una queja del Partido Acción Nacional (PAN) contra Riquelme por desembolsos no reportados, se rechazó adjudicarle el gasto de seis inserciones pagadas por mujeres priístas para cuestionar dichos misóginos del candidato del PAN: Guillermo Anaya, como planteaba el proyecto. Pese a ello, con esta inversión acreditado, el rebase de topes de gastos de campaña se ubica en 9.2 por ciento, superior a 5 por ciento que indica la ley como máximo permitido, por lo que se coloca, otra vez, en este largo litigio, en el supuesto de nulidad de la elección.

De nueva cuenta el caso Riquelme, que también ha evidenciado las diferencias de criterios entre el INE y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, volvió a debate. El consejero Ciro Murayama explicó los alcances del proyecto en el cual se consideró que de los 151 videos que denunciaba el PAN como no incluidos en sus gastos de producción, la Comisión de Fiscalización había acreditado que en 84, efectivamente, no se habían reportado y su elaboración involucraban un gasto de postproducción.

De acuerdo con el proyecto, en el caso de las inserciones pagadas, se partía del supuesto de que, en el contexto, los cuestionamientos a Anaya tendrían el efecto indirecto de beneficiar la campaña de Riquelme. Tanto las consejeras Dania Ravel como Adriana Favela y la representante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Claudia Pastor, descalificaron esta pretensión porque en su caso, el desplegado no fue una iniciativa propia de las mujeres sino una reacción ante la misoginia de Anaya.

Sin embargo, en el punto medular fue el gasto en producción de videos. El consejero Marco Antonio Baños se pronunció en contra de contabilizar como gasto esta etapa de los videos pues, a su juicio, se trataba de un trabajo artesanal o manual que no implicaba gasto. Después de casi tres horas, en votación divida, por seis a cinco se aprobó considerarlo como gasto de campaña, con las consecuencias legales involucradas.