Lunes 30 de octubre de 2017, p. 8
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación por haber detectado en el sistema penitenciario del país factores de riesgo en materia de tortura o maltrato
, insuficiencia de recursos humanos y protección de la salud.
El Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, de la CNDH emitió su recomendación M-5/2017 dirigida al comisionado nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia, en la que le señala que las personas presas deben tener acceso a servicios de salud y a actividades de carácter laboral, educativo, capacitación y otras, a fin de alcanzar su reinserción social.
Indicó que dicha recomendación se da luego de visitas a diversos centros federales de readaptación social (Ceferesos) y de rehabilitación sicosocial (Ceferepsis), en los que no sólo se habló con reclusos y servidores públicos, sino que se revisaron expedientes y se realizaron recorridos en las instalaciones, a fin de inspeccionar las condiciones de distintas áreas, en las que se detectaron diversas insuficiencias.
Para este fin se envió a 12 visitadores del mecanismo nacional a una visita de seguimiento a diversos centros penitenciarios, incluidas las Islas Marías. Por ejemplo, se detectó que no existen actividades laborales remuneradas en los Ceferesos 2, de Jalisco; 6, de Tabasco; 7, de Durango; 8, de Sinaloa, y que son escasas las posibilidades de que tengan trabajo los recluidos en el número 1 del estado de México; 4, de Nayarit, y 5, de Veracruz.
Tampoco hay actividades de capacitación, educativas o deportivas en los Ceferesos 2, de Jalisco; 4, de Nayarit, y 8, de Sinaloa, mientras en un Ceferepsi persiste la falta de personal técnico para la debida atención y realización de estas actividades.
En tanto, en prácticamente todos los centros mencionados el personal de seguridad, vigilancia y custodia es insuficiente para cubrir las necesidades de los establecimientos, lo que dificulta a la autoridad mantener el orden y la disciplina, así como resguardar la integridad física de las personas privadas de la libertad, y en la mayoría hay insuficiente personal médico para su atención, incluso hay deficiencias en el suministro de medicamentos.