Con alrededor de 100 mil casos al año, es la cuarta causa de muerte en México
Ocurre de manera súbita, pero los factores de riesgo son controlables, aseguran especialistas
Domingo 29 de octubre de 2017, p. 29
La enfermedad cerebrovascular es uno de los padecimientos más incapacitantes después de los 50 años. En México se presentan alrededor de 100 mil casos al año y representa la cuarta causa de muerte. Pero se puede prevenir, porque los factores de riesgo son controlables, de acuerdo con especialistas de la Facultad de Medicina (FM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Esta afección ocurre de manera brusca y súbita, pero es posible reconocer quién está en riesgo y trabajar para prevenirlo, remarcó. Quien la padece tiene alta probabilidad de morir o quedar discapacitado en mayor o menor grado, pues afecta la motricidad, la vista y hasta el lenguaje, dependiendo de la parte del cerebro que se dañe
, explica Antonio Arauz Góngora, académico de la FM.
En ocasión del Día Mundial de la Enfermedad Cerebrovascular, que se conmemora este 29 de octubre, el universitario indicó que la incidencia es más alta en personas mayores de 60 años, aunque puede presentarse en individuos más jóvenes, sin distinción de sexo.
Los factores para su ocurrencia se dividen en dos: los que pueden modificarse y los que no. La edad no es modificable y sabemos que, después de los 60 años, cada lustro se incrementa el riesgo, porque las arterias sufren cambios, pierden elasticidad o se llenan a causa del colesterol o arteriosclerosis
.
En cuanto a los factores modificables, Arauz Góngora mencionó la presión arterial alta, seguida de la diabetes mellitus, el tabaquismo, el sedentarismo, el alcoholismo y la obesidad.
El neurólogo explicó que la enfermedad cerebrovascular es un conjunto de afecciones neurológicas que se subdividen en dos grupos. El primero implica un infarto cerebral, que comúnmente se conoce como embolia, que se da cuando los coágulos –o émbolos– llegan al cerebro y tapan las arterias. Representa alrededor de 80 por ciento de los casos. El 20 por ciento restante se debe a la ruptura de los vasos cerebrales, lo que provoca un derrame de sangre dentro del cerebro.
Para tratar a pacientes con ataque cerebral y revertir las secuelas que ocasiona, médicos del IMSS utilizan trombólisis venosa durante las primeras tres horas del evento, como parte de un tratamiento que consiste en introducir un medicamento vía intravenosa, que disuelve el coágulo para restaurar la circulación sanguínea.
Leopoldo Herrera Gómez, jefe de neurocirugía del Hospital de Traumatología Victorio de la Fuente Narváez del IMSS, explicó que estos padecimientos causan 160 mil decesos anuales.
En 2016 fueron atendidas en el instituto mil 860 personas por infarto cerebral, y en el primer semestre de 2017 recibieron atención 975 derechohabientes.
En el área de urgencias de La Raza se reciben al mes 10 pacientes con embolia cerebral; los hospitales generales de zona 196 y 48 reportan mensualmente 30 pacientes, la mayoría fuera de las tres horas para aplicar el tratamiento intravenoso.
Esta enfermedad se considera súbita, porque el individuo puede presentar alteraciones neurológicas de un momento a otro, de modo que es importante reconocerlas para tratarlas.
Existe la escala denominada FAST (face, arm, speech, time: cara, brazo, lenguaje y tiempo), que consiste en pedir al paciente que sonría y ver si hay alguna asimetría o parálisis facial. También se le solicita que levante los brazos y los mantenga arriba para determinar si existe debilidad en alguno de ellos, y que repita alguna frase para evaluar si entiende y puede reproducirla.
Si es incapaz de hacerlo, lo más probable es que esté pasando por un evento cerebrovascular. Debe llevársele de inmediato al hospital, alertaron los especialistas.