Facilitará la ciudadanía a los nacidos en el exterior
Las medidas robustecerán vínculos con unos 800 mil expatriados
Domingo 29 de octubre de 2017, p. 22
La Habana.
Cuba anunció ayer nuevas medidas migratorias para fortalecer sus vínculos con al menos 800 mil isleños expatriados, ante lo que calificó de obstáculos injustos
generados por la expulsión de 17 funcionarios consulares tras las acusaciones estadunidenses de que algunos de sus diplomáticos fueron blanco de misteriosos
ataques sónicos en La Habana.
El gobierno de Estados Unidos se cierra y Cuba se abre
, señaló el canciller Bruno Rodríguez ante 129 cubanos residentes en 17 estados estadunidenses, quienes asistieron al cuarto encuentro de isleños residentes en Washington.
Rodríguez anunció que a partir del próximo primero de enero se eliminará el requisito de habilitar el pasaporte cubano para viajar a la isla, ya que se autorizará la entrada y salida de cubanos expatriados mediante dos puertos turísticos.
También se permitirá el ingreso al país de cubanos que salieron ilegalmente, excepto a quienes huyeron desde la base naval estadunidense de Guantánamo.
La Habana añadió que desaparecerá la forma migratoria del avecindamiento
, que es la exigencia de presentar personalmente, ante registros civiles de la isla, a hijos de cubanos expatriados nacidos en el extranjero.
Cuba flexibilizó su política migratoria en 2013, cuando anuló el requisito para los residentes en la isla de solicitar permiso para viajar al exterior.
Cuba denunció que, al suspender Washington la emisión de visas para cubanos a raíz de la reducción de su personal diplomático en La Habana, la administración de Donald Trump dañó el derecho de las familias de la isla a visitar a sus parientes residentes en Estados Unidos.
El nuevo requisito de que los cubanos deban trasladarse al consulado estadunidense en Colombia para gestionar visas con entrevistas personalizadas representará en muchos casos un obstáculo insalvable. Es inaceptable e inmoral para Cuba que el gobierno estadunidense haya decidido adoptar decisiones de naturaleza política que dañan al pueblo cubano
, indicó la cancillería de la isla.
En tanto, el gobierno cubano calificó las denuncias de los supuestos ataques sónicos contra personal de Estados Unidos de totalmente falsas y una manipulación política destinada a dañar las relaciones bilaterales
.
La investigación sobre esos misteriosos
ataques, que habrían causado daños físicos a diplomáticos estadunidenses, continúa suscitando polémica entre Washington y La Habana. La isla ha reprochado a Estados Unidos obstaculizar sus pesquisas sobre el caso.
Desde de que se revelaron los incidentes en agosto pasado, Estados Unidos no acusó formalmente al gobierno cubano, pero el presidente Donald Trump afirmó a mediados de octubre que La Habana era responsable
de las afecciones de sus funcionarios en la isla, que van de migraña, náuseas y ligeras lesiones cerebrales, a la pérdida de la audición.
En este contexto, el mandatario de Bolivia, Evo Morales, denunció los antiguos planes de Estados Unidos contra Cuba, como la operación Mangosta, pretexto para una intervención militar en la isla.
Lo mismo hace ahora el imperio
, escribió Morales en la red social Twitter.
Ese programa estadunidense fue aprobado por el entonces presidente John F. Kennedy el 30 de noviembre de 1962, en nombre de la seguridad nacional de su país, después de su derrota militar en el intento por invadir Bahía de Cochinos.
El plan de acción contra La Habana comprendió 32 tareas, que incluían opciones como una guerra económica y biológica, así como subversión político-ideológica, entre otras, con el fin de destruir la revolución cubana.
Al respecto, Morales señaló en otro tuit: “Estados Unidos es campeón en guerra sucia e intervencionismo. Antes fomentaba dictaduras, hoy usa a sus cachorros de dictadores para afanes golpistas”.