A las 21.18 horas la Luna se ocultó sólo un momento para dejar a la estrella nacida en Liverpool, Paul McCartney, brillar en el escenario del estadio Azteca y abrir su concierto con A hard day’s night ante los gritos eufóricos de sus seguidores.

La noche de este sábado sir Paul saludó con entusiasmo: Hola México! Buenas noches Ciudad de México. Hoy estamos de fiesta.

Y después de Save us i can’t buy me love, McCartney dijo a sus fans, quienes vibraban en el estadio: Hoy voy a tratar de hablar un poquito de español. Es increíble estar de vuelta.

A los costados del nicho musical del ex beatle, dos pantallas giraban con imágenes del célebre cantautor, quien luego de cinco años regresó a México con su One on One Tour.

La vez anterior que estuvo en el país McCartney se presentó en el Zócalo capitalino, donde reunió a más de 250 mil personas. Desde su primera visita, en 1993, ha tocado 10 veces en México.

Esta canción la escribí para mi hermosa esposa y ella está aquí ahora, expresó McCartney antes de interpretar My Valentine. Luego sus manos formaron un corazón que hizo latir el de los miles de espectadores que se congregaron en el gran inmueble al interpretar 1985.

El cantante se apoderó del escenario y gritó Fuerza México! Y el público respondió con potencia: Paul, Paul.

La mutua entrega se realizó tras cada canción, como Maybe I’m amazed y We can work it out.

Vamos a ir atrás en el tiempo, exclamó Paul McCartney al iniciar una magistral ejecución de la guitarra, con la primera canción que grabaron los Beatles, In spite of all the danger, con la cual se armó un gran y potente coro.

El éxtasis llegó enseguida con Love me do y And I Love her. Son a toda madre, expresó sir Paul, quien a sus 75 años mostró gran jovialidad y excelente sentido del humor que exaltó aún más a sus seguidores, de todas las edades y provenientes de distintos estados de la República.

El concierto llevó al público a un viaje por los pasados 50 años, con las canciones que han formado parte de varias generaciones así como las melodías más recientes del cantautor.

Olé, olé, sir Paul, sir Paul entonaron con ritmo miles de gargantas para que McCartney agradeciera de nuevo desde el escenario a la Ciudad de México.

El coloso de Santa Ursula se rindió a McCartney con vehemencia y el ex Beatle hizo suyo el recinto, donde el baile al puro estilo de rocanrol movió los cuerpos, y las rolas como Obladi Oblada, Let it be, Hey Jude, Yesterday y Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band hicieron vibrar los corazones en el coloso de Santa Úrsula.