Madrid

La declaración unilateral de independencia por parte del Parlamento catalán, que se registró poco antes de las tres y media de la tarde, tuvo una reacción inmediata en los mercados bursátiles, lo que provocó una caída generalizada de los principales valores del Ibex 35 –el principal índice español–, con especial incidencia en los dos bancos catalanes, CaixaBank y Sabadell, que perdieron en una sola jornada mil 100 millones de euros.

Además continuó la salida de empresas en Cataluña –que ante la incertidumbre decidieron cambiar su domicilio social o directamente trasladaron su sede fiscal y sus órganos de dirección a otros puntos del territorio español–, que ya suman mil 700 desde el referendo del pasado primero de octubre.

La lectura a corto plazo del sector empresarial, sobre todo del catalán, que ha expresado en reiteradas ocasiones su preocupación por la deriva del conflicto, es que tanto la secesión unilateral como la intervención del gobierno central en la autonomía van a provocar un grave daño a la economía catalana y, por tanto, a la española.

Cabe recordar que el aparato productivo y comercial catalán representa 19 por ciento del producto interno bruto (PIB) español.

De hecho el pasado jueves, cuando parecía que el conflicto entraba en vías de una solución dialogada tras el anuncio fallido del gobierno catalán de que convocaría a elecciones, los índices bursátiles se dispararon, sobre todo los financieros y energéticos. Pero ayer, tras la votación en el Parlamento, ocurrió lo contrario: una caída continuada hasta perder 1.45 por ciento del valor.

Además, se registró un incremento en la prima de riesgo, que llegó hasta los 120 puntos. En los minutos posteriores a la votación, el selectivo ha llegado a registrar caídas de más de 2 por ciento, un fuerte desplome que se sintió con especial énfasis en los dos grandes bancos catalanes, CaixaBank (-2.74 por ciento) y Banco Sabadell (-4.85 por ciento), junto con el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (-2.60 por ciento).

El BBVA, que ayer presentó sus resultados trimestrales, también analizó los efectos de la secesión en el conjunto de la economía española, que calculó en tres mil millones de euros menos al PIB del próximo año, con lo que la previsión de crecimiento del país bajó de 2.8 al 2.5 por ciento.

Carlos Torres, consejero delegado del grupo financiero, advirtió que “el impacto lógicamente será mayor en cuanto más dure la situación de incertidumbre.

La incertidumbre nunca es buena para las inversiones, pero España es un Estado democrático de derecho. Cataluña es una parte fundamental del país y la democracia se basa en el respeto a la ley, indicó.

La huida

Adicionalmente se registraron más salidas de empresas. Entre las que han emigrado se encuentran algunas de las más importantes e históricas de la región, como Codorniu, CaixaBank, Gas Natural, Catalana Occidente, Banco Sabadell, Abertis, Colonial, Cellnex, Grifols, Oryzon, Dogi, Service Point, Applus, Axa, Aguas de Barcelona y Cementos Molins, entre otras.

La simbólica empresa vitivinícola Freixenet –que es junto a Codordiu una de las grandes marcas catalanas de vino y cava– anunció que el próximo martes presentará ante su consejo de administración una propuesta para trasladar la sede social a otro punto de España, donde se viva bajo el amparo de la Unión Europea y se ofrezca seguridad jurídica.