Científico trata de justificar los 8 mil 678 temblores registrados desde el 7 de septiembre
La etapa se declarará concluida cuando la actividad retorne a los estándares habituales
Viernes 27 de octubre de 2017, p. 12
Las réplicas que ocurren después de los grandes sismos pueden sentirse en los siguientes meses hasta que la actividad sísmica de la zona regrese a los estándares habituales
, señaló el jefe de Análisis e Interpretación de Datos del Servicio Sismológico Nacional (SSN), Víctor Hugo Espíndola Castro, al referirse a las más de 8 mil 600 movimientos registrados desde el pasado 7 de septiembre.
Citó el caso del terremoto de Chile, en febrero de 2010, tras el que por más de tres meses se reportaron réplicas. Pero hay otros –añadió–, como el ocurrido en marzo de 2011 en Japón –con una magnitud de 9–, que todavía un año después se reportaban sismos menores.
El investigador del sismológico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explicó que las 8 mil 678 réplicas registradas hasta ahora del sismo del 7 de septiembre en las costas del Pacífico, pueden considerarse dentro de los parámetros conocidos en otras partes del mundo.
Además, expresó que el registro de un gran número de réplicas se da también por el avance tecnológico que han tenido los equipos de medición que permite ahora reportar hasta los movimientos más pequeños, situación que sirve también para entender mejor este tipo de fenómenos naturales.
Por ejemplo, dijo, el sismo de junio de 1932 en las costas de Colima y Jalisco, con una magnitud estimada de entre 8.1 y 8.4, seguramente tuvo más réplicas, pero con la tecnología de ese entonces sólo se pudieron reportar dos más, que fueron los más grandes, de 7.8 y 6.9.
Hay que destacar que a diferencia del sismo del 7 de septiembre, el ocurrido el 19 de ese mismo mes, con epicentro en el estado de Morelos, apenas tiene reportados 39 réplicas. Sobre esta situación, Espíndola Castro explicó que ello se debe a que en este último caso el movimiento sísmico se dio dentro de una sola placa y a que la falla a la que pertenece es mucho más pequeña en extensión que la primera, pues es de apenas 60 por 40 kilómetros.