Buenos Aires.

De usted no espero justicia, dijo la ex presidenta y senadora electa por Unidad Ciudadana, Cristina Fernández de Kirchner ante el polémico juez Claudio Bonadío, quien la citó la mañana de este jueves para interrogarla por una causa que ya estaba cerrada y fue reabierta, en la que la imputa por la firma del Memorándum de Entendimiento con Irán en 2013 para que se pudiera interrogar en Teherán a los presuntos autores del atentado a la Asociación Mutual Israelita-Argentina (AMIA), perpetrado en 1994.

Dicho memorándum, aprobado por el Congreso, nunca entró en vigor, por lo que no existe delito ni prueba alguna que pudiera implicar a la ex mandataria (2007-2015), ni a su entonces canciller Héctor Timerman y otras personas citadas en esta causa.

Esto se demostró cuando bajo indudables presiones el ex fiscal de la causa AMIA, el fallecido Alberto Nisman, abandonó por un llamado, que hasta ahora nadie sabe de quién provino, pero que evidentemente era parte de una operación de inteligencia, sus vacaciones en Europa a mediados de enero de 2015, dejó a su hija de 15 años en el aeropuerto de Madrid, a la espera de su madre que estaba en otro lugar con su segunda hija, y voló a Buenos Aires.

Algunos investigadores españoles se preguntan si el ex fiscal no dejó a su hija en manos de la embajada israelí en España o de la inteligencia de ese país, el Mossad.

Ya en Buenos Aires apresuradamente Nisman presentó una denuncia involucrando a la entonces mandataria, sin ninguna prueba, y con una redacción que no correspondía a lo que podía ser un fiscal federal del Estado.

Pocos días después de la denuncia con base en presiones de Estados Unidos e Israel para imputar a funcionarios iraníes, sin pruebas sobre este atentado, Nisman apareció muerto de un disparo en la cabeza, con toda las puertas de su departamento cerradas por dentro y una vieja pistola en la mano. Más de 13 expertos peritos de la Corte Suprema de Justicia y de los acusados en esa causa determinaron que no había personas extrañas en el baño donde se encontró el cadáver de Nisman, lo que correspondía a admitir el suicidio del fiscal.

Ahora, en la abierta persecución política mediática y judicial que denuncian entre otros Unidad Ciudadana, la ex mandataria presentó un escrito de varias páginas, en el que asevera que el memorándum estaba dentro de lo establecido por la Organización de Naciones Unidas para solucionar conflictos difíciles pacíficamente y además que la Interpol estaba siempre informada de lo que se hacía, ya que este organismo reconoció que el gobierno de Fernández de Kirchner siempre mantuvo la alerta roja contra los funcionarios iraníes, y que en ese país no existe acuerdo de extradición, por eso se buscó un mecanismo de solución al conflicto.

De acuerdo con los trascendidos, la ex mandataria defendió el memorándum con Irán como herramienta para intentar condenar a los funcionarios si eran realmente responsables.

También expresa que todo se hizo legalmente y demuestra esto en su prolija presentación, así como las declaraciones de las autoridades de Interpol aseguran que el gobierno argentino nunca pidió levantar la alerta roja.

Por su parte, el editor y analista de Página 12, Luis Bruschtein, cuya familia fue diezmada por la pasada dictadura militar (1976-1983), señala en una nota que “el allanamiento en la casa de Julio de Vido (diputado y ex ministro de Planificación) detenido el miércoles en el contexto de una cacería de ex funcionarios, ha sido uno de los shows más vistosos de los últimos tiempos, incluso con público aplaudiendo, pidiendo su cabeza y sacándose fotos junto a los camiones blindados. Ya se sabe que ganó Elisa Carrió en esta capital y este procedimiento surge como parte de los festejos de Cambiemos. Como los romanos (…) como se hacían las ejecuciones en la Edad Media. Se presentaba al reo y el público le tiraba tomates y huevos podridos. Y el héroe de la jornada era el verdugo, lugar que hoy ocupan los fiscales o los jueces ante un reo condenado el mismo día que abrieron la causa, mucho antes de cualquier condena o de la presentación de prueba fehaciente. Hubo una votación que lo condenó. Es decir, una ‘justicia democrática’ cuyos fallos dependen de las elecciones”.

En otra parte de su análisis Bruschtein señala que “todavía resuenan todas las mentiras que se dijeron sobre el caso de Santiago Maldonado (…) todavía resuena la mentira electorera de Elisa Carrió de que estaba investigando y tenía información de que el muchacho estaba en Chile. Todavía siguen mintiendo con la aparición de un supuesto Testigo ‘E’, a pesar de que el juez lo desmiente. Pero aun en un caso tan horrible y tan doloroso, la campaña mediática y la colaboración de un juez lograron convencer a mucha gente de que no se trataba de nada importante”.

El analista señala que la alianza oficialista Cambiemos ha inaugurado el juicio por tumulto mediático y que las corporaciones mediáticas descargan su revancha. Diarios, radios y televisoras, más las redes manejadas por el gobierno pidiendo las cabezas de funcionarios del gobierno anterior todos los días. Todos los días tapas (portadas) de diarios, gritos en la radio, teatralizaciones en la televisión e insultos en las redes. Todos los días todo el tiempo, la misma y masiva repetición hasta convertirla en algo indiscutible y generalizable.

Esto es, a grandes rasgos, lo que está sucediendo en el país.