Pertenece a colección latinoamericana de la Universidad de Texas en Austin
El acervo abarca de 1972 a 2004, año del fallecimiento de la narradora mexicana
Sus diarios son un testimonio notable de exploración intelectual, de reflexión literaria y de una vida a través de la escritura, explica a La Jornada José Montelongo, bibliotecario de estudios mexicanos en ese recinto
Ahora, desde el 25 de diciembre de 2004, hace casi 11 años, lloro porque el mundo sin ella jamás volvió a ser igual; en las otras imágenes, sus cuadernos de apuntesFoto archivo María Luisa Puga/ cortesía de la Colección Latinoamericana Nettie Lee Benson
Miércoles 25 de octubre de 2017, p. 3
La Colección Latinoamericana Nettie Lee Benson de la Universidad de Texas en Austin anunció la apertura al público de los Maria Luisa Puga Papers, el archivo literario de la narradora mexicana.
El acervo consta de un voluminoso diario repartido en 327 cuadernos que abarcan de 1972 a 2004, año de su muerte, disponibles a partir de este martes en la Sala de Libros Raros y Manuscritos de la citada colección.
Los diarios de Puga son un testimonio notable de autoexamen, de exploración intelectual, de reflexión literaria y de una vida vivida a través de la escritura
, dijo a La Jornada José Montelongo, bibliotecario de estudios mexicanos en ese recinto.
Además de registrar los conflictos vitales y artísticos de la escritora, sus diarios son una ventana hacia las esferas sociales y políticas en que se movió durante sus años en Europa, en África y en México
.
Montelongo describió que, escritos en elegante caligrafía, casi siempre en la tinta sepia preferida por la autora, y salpicados ocasionalmente de dibujos, recortes y fotografías, las páginas de sus cuadernos presentan una carga emotiva extraordinaria. Visitar cotidianamente esos cuadernos fue para Puga una necesidad existencial; dejó en ellos una expresión de sí misma que bien vale calificar de visceral
.
Los materiales del archivo están disponibles gracias al trabajo de la asistente de investigación Emma Whittington, quien los organizó para su consulta durante el verano pasado.
Conferencia, en febrero de 2018
La colección Benson celebrará la apertura de los diarios con una conferencia en febrero de 2018, a cargo de Irma López, crítica literaria y autora del libro Historia, escritura e identidad: la novelística de María Luisa Puga. También estará presente la hermana de la autora, Patricia Puga, quien a principios de este año donó los diarios a la Universidad de Texas en Austin.
La escritora nació en la colonia de Anzures de la Ciudad de México el 3 de febrero de 1944. En 1993 obtuvo el Premio Nacional de Novela por su emblemática Las posibilidades del odio, y en 1996 el Premio Juan Ruiz de Alarcón por el conjunto de su obra publicada.
Desde muy joven, inspirada por la lectura del Diario de Ana Frank, inició su propio diario personal, que escribía en las madrugadas y después transcribía.
Vivió varios años en Nairobi, capital de Kenia, experiencia que plasmó en Las posibilidades del odio, novela que publicó en 1978, en la cual aborda el colonialismo en África. Militó en el Partido Comunista Mexicano, fue correctora de galeras en Siglo XXI Editores e impartió talleres literarios.
En su novela autobiográfica Nueve madrugadas y media hace referencia al secuestro que sufrió en Michoacán, en la cabaña que habitaba con su esposo, el escritor Isaac Levín. Como consecuencia de esa experiencia se le desarrolló una artritis reumatoide por caídas que sufrió cuando sus secuestradores se la llevaron por el bosque.
Esa enfermedad y un efisema pulmonar la llevaron a usar silla de ruedas, experiencia que narró en Diario del dolor, su último libro publicado.
María Luis Puga murió en la Navidad de 2004. Sus cuadernos fueron recuperados por su gran amiga la escritora Elena Poniatowska, quien escribió en 2015 en estas páginas: María Luisa era alta, ponía su brazo sobre mis hombros y caminábamos juntas. Era mi pararrayos, mi paraguas, mi papá. Decíamos que cuando fuéramos viejitas pondríamos una mercería y que ella se sentaría en la caja (de esas de campanita, antiguas) y yo abriría los cajones con los botones y entregaría las agujetas, las presiones y los ganchos, el paspartú, el estrafor. (¡Qué chistosa palabra estrafor!) Cerraríamos la cortina a las siete y atravesaríamos la calle del brazo, con mucho cuidado y juntas nos daríamos el quién vive, juntas descubriríamos de qué tamaño son nuestras posibilidades de odio. Ahora, desde el 25 de diciembre de 2004, hace casi 11 años, lloro porque el mundo sin ella jamás volvió a ser igual y porque me encamino hacia mi propia muerte, ella no va a estar y todavía queda mucho por hacer y no sé si tendré la fuerza de hacerlo sin ella. Sin ella
.
Las cenizas de Puga reposan al pie del árbol frente a la cabaña en Michoacán, donde tantas obras escribió. El inventario de los Maria Luisa Puga Papers 1938–2015.