Habitantes del pueblo de Santa Catarina bloquearon ayer la avenida Azcapotzalco-La Villa para exigir a las autoridades clausurar la construcción de cinco torres de departamentos de ocho pisos, que lleva a cabo la inmobiliaria Quiero Casa, luego de que el viernes por la tarde tres personas resultaran heridas por las maniobras realizadas por una de las revolvedoras usadas en el lugar.

Luis Vega, del Frente de Vecinos Afectados por la imobiliaria Quiero Casa, señaló que desde julio habían denunciado la falta de seguridad en las obras de la constructora, que invadió la banqueta y un carril de la vialidad.

Entre tanto, vecinos de la delegación Coyoacán clausuraron de manera simbólica los trabajos de construcción en dos torres de departamentos de High Park Sur y Be Grand, tras señalar que la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) autorizó, mediante un polígono de actuación, una altura de 32 niveles, cuando en la zona sólo se permiten cuatro pisos.

Natalia Lara, de los Pedregales de Santo Domingo, indicó que se permitió la edifi- cación de estos proyectos inmobiliarios sin que se haya renovado la infraestructura urbana, lo que complicará aún más servicios como drenaje, suministro de agua potable y movilidad vehicular.

En la delegación Cuauhtémoc, habitantes de unidades habitaciones construidas después del sismo del 85 en la colonia Valle Gómez, pidieron a las autoridades frenar la construcción de los proyectos inmobiliarios aledaños que han comenzado a causar estragos en sus viviendas.

En el predio de la calle Mezquital 40, las obras de dos torres, de 10 y 11 pisos que albergarán 400 departamentos, se realizan prácticamente encima de los techos de las casas de tres niveles, en cuyos patios cae el material que se desprende.

Nos dicen que nos repararán puertas, ventanas y los acabados, pero lo que nos preocupa es el daño estructural que están causando a nuestras viviendas, expresó Maricela Martínez, vecina del lugar.

Los más afectados son los vecinos de la unidad ubicada en Mezquital 41, que se encuentran en medio de dos nuevos conjuntos habitacionales, para los cuales se han hecho excavaciones profundas, las cuales han provocado inclinaciones en sus inmuebles.

Nos dicen que todo es consecuencia de lo mal que hicieron nuestras casas, pero aquí al lado tuvimos por muchos años una maderería, en la que entraban y salían camiones con toneladas de madera y jamás tuvimos los problemas que tenemos ahora, expresaron.

Detallaron que en esta zona, las viviendas fueron demolidas después del sismo del 85 y reconstruidas con una altura máxima de tres niveles, pero parece que ya se les olvidó la inestabilidad en el subsuelo, indicaron.