Guadalajara, Jal.

Desde ayer, y durante tres semanas, al menos 450 niños wixaritari (huicholes) no han acudido a clases de educación básica en la comunidad de Tuapurie (Santa Catarina Cuexcomatitlán), como medida de presión para que autoridades estatales –en particular, el gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval– establezcan mesas de trabajo para reparar rezagos en salud, asistencia social, infraestructura y apoyo al campo.

Se encuentran tomadas por los indígenas cinco escuelas de prescolar, 10 de primaria, tres de secundaria y siete de la Comisión Nacional de Fomento Educativo –un total de 25 de nivel básico–, además de tres albergues para niños. No permitirán su apertura, anunciaron, hasta que Sandoval acuda personalmente a la comunidad, a la cual ha sido invitado, sin éxito en dos ocasiones. Los habitantes de Haimatsie-Peña Colorada, en el municipio de Huejuquilla el Alto, se sumaron a la protesta.

Acusan falta de interés del gobernador

Además de los planteles y albergues cerrados desde el 2 de octubre, los inconformes enviaron otro citatorio al gobernador para que acudiera el pasado 6 de octubre, pero éste no acudió.

El nuevo desaire fue tomado por los indígenas como falta de interés y reiteraron que no permitirían la llegada de otro funcionario que no fuera el propio Aristóteles Sandoval. El 30 de septiembre, los titulares de las secretarías de Desarrollo e Integración Social y de Desarrollo Rural, Miguel Castro Reynoso y Héctor Padilla Gutiérrez, respectivamente, acudieron a Tuapurie pero fueron rechazados por la comunidad, que no les permitió siquiera hablar en público.