El autor francés presenta libro por el centenario luctuoso de Apollinaire
El pensamiento poético se vincula con el mundo mítico, aunque ahora el único mito es el mercado
, afirma en entrevista con La Jornada
La anti-leyenda del siglo, en entrevista con La JornadaFoto Luis Humberto González
Martes 17 de octubre de 2017, p. 6
Creo que he inventado un género nuevo de poesía: la catastrófica, afirma con un dejo de sarcasmo el célebre poeta francés Jean-Clarence Lambert (París, 1930), quien regresó al país para participar en un par de presentaciones del libro Apollinaire en México.
La primera tuvo lugar el pasado sábado en la edición 17 de la Feria Internacional del Libro (FIL) en el Zócalo, donde leyó su poema de largo aliento La anti-leyenda del siglo
, incluido en ese libro con el que Ediciones El Tucán de Virginia comienza la conmemoración de Guillaume Apollinaire en su centenario luctuoso, que se cumplirá en 2018.
La otra será hoy a las 19 horas en la Casa de Francia (Havre 15, colonia Juárez), donde Lambert sostendrá una charla pública con sus colegas el sueco Lasse Söderberg y los mexicanos José María Espinasa, Elsa Cross, Verónica Volkow, Fernando Salazar y Víctor Manuel Mendiola, así como la actriz Angélica Aragón, quien será maestra de ceremonia.
La irónica acotación de Lambert sobre la poesía catastrófica tiene que ver con La anti-leyenda del siglo
, poema que escribió a finales de la centuria pasada, a manera de despedida de un siglo que, a su decir, fue en exceso turbulento y oscuro para la humanidad.
Lo que pasó en la segunda parte del siglo pasado fue una deconstrucción. La primera era como un sueño, de revolución, de sociedad idílica, pero la segunda, después de las dos grandes guerras, fue una época de deconstrucción. Despertamos del sueño para vivir la pesadilla
, expresa el poeta en entrevista con La Jornada.
Estrecha amistad con Paz
La presencia de Lambert en México tiene una significación especial. Fue el primero en traducir ¿Águila o sol?, de Octavio Paz, que resultó esencial en la difusión de la obra del poeta mexicabo ganador del Nobel de Literatura en 1990.
La obra de Paz, a quien Lambret considera su hermano mayor, con quien sostuvo una estrecha amistad durante toda la vida, lo llevó incluso a aprender español y emprender su primer viaje a México justamente hace 60 años, lo cual hizo en barco.
Octavio y yo teníamos una relación muy estrecha y sentimental. Fue una de las grandes cosas de mi vida el encuentro que tuve con él cuando tenía yo 20 años.
Para el también traductor y promotor, quien ha llevado al francés la obra de otros poetas mexicanos, entre ellos Jaime Sabines, resulta maravilloso
que aún se siga hablando en el mundo de amor y poesía no obstante las terrible situaciones por las que atraviesa la humanidad.
Hay una relación histórica en la cultura occidental o la cultura del mundo entre poesía y amor. No sé si sigue permaneciendo una idea del amor entre los jóvenes. Tengo nietos y veo que no es algo que les preocupe mucho
, explica.
“Ahora no hay más amor ni más poesía. Temo que en México es muy diferente a lo que pasa en Europa. La poesía no puede reducirse sólo a escribir poemas. Es, también, llevar una vida de sentimientos; es una cosa existencial. En Europa no se puede hablar de temas como éste en torno de la poesía. No hay más espacio para la ella en la vida actual, estoy muy decepcionado.
Creo que existe un pensamiento poético, así como uno matemático o uno histórico. Es una teoría que trato de sostener. Es una concepción del mundo que tiene muchas relaciones con el mundo mítico. Aunque ahora el único mito que existe es el mercado.
–¿Y esto qué marca, la corrupción o el final de la civilización?
–Que el pensamiento poético esté por desaparecer marca la muerte de una parte esencial de nosotros. Es algo muy malo, pues la poesía fue importante para la construcción del hombre occidental, un ser que ahora se encuentra sometido por las computadoras y los teléfonos móviles; ya dependemos totalmente de esos aparatos que lo único que demandan es tener agilidad en los dedos. Las computadoras piensan y deciden ahora por nosotros.