Creo que hice bien las cosas
, afirma
Miércoles 11 de octubre de 2017, p. a15
Érik Terrible Morales ya esperaba la nominación al Salón de la Fama del Boxeo Internacional. No por arrogancia –aclara–, sino porque siempre ha estado convencido que lo que hizo en su carrera fue sincero y con pasión.
La serie épica de combates ante quien en aquel entonces era su némesis, Marco Antonio Barrera, y la victoria sobre Manny Pacquiao, considera que le dieron un empujón para ser nominado.
Ahora espera ser elegido en diciembre, en la primera nominación, tal como ocurrió con Barrera en 2016. Un privilegio de pocos, pues algunos son elegidos después de años.
No he pensado qué sucedería si no me eligen este año
, dice antes de soltar una carcajada; sólo pienso que hice las cosas bien en mi carrera y eso es todo
.
Por lo demás, tampoco piensa que ese reconocimiento –como suele expresarse– sea inmortalizar a un peleador. Son privilegios momentáneos, instalados sólo en una época.
A mí me tocó pertenecer a una gran generación
, dice con franqueza; pero en unos años seremos olvidados y llegarán nuevos nombres, así le ocurrió a los pesos gallo de los años 60 y 70, después las glorias de los 80, luego vino Chávez a barrer con todos, al final todos somos olvidados
.
Para aportar algo en las generaciones de boxeadores del futuro, el Terrible recién se integró a las academias de boxeo convocadas por Conade.
“Viajamos por el país impartiendo clínicas y seleccionando jóvenes que buscan una oportunidad, si nosotros vivimos una época de oro, la siguiente debe surgir de un proceso que empiece en amateur. No puede ser que México, el segundo país con más campeones del mundo, sea tan débil a nivel aficionado y sólo nos dé una medalla cada 15 años.”