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19/S: El dolor y la esperanza

Realiza jornadas intensas en la capital y otros puntos del país

Desde el 19 de septiembre personal de la CNDH proporciona apoyo sicológico
 
Periódico La Jornada
Lunes 9 de octubre de 2017, p. 14

Un escuadrón de sicólogos y médicos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) salió a las calles para atender a la población afectada por los sismos de los días 7 y 19 de septiembre. A lo largo de intensas jornadas, los expertos detectaron y apoyaron en varios casos a sobrevivientes, familiares de víctimas, damnificados y brigadistas.

Los especialistas de la CNDH y de otras instituciones, así como expertos voluntarios, escucharon y vieron de todo. Algunos casos se detallan a continuación:

Un grupo de visitadores de la Comisión detectó en las primeras horas después del sismo del martes 19 a una mujer que intentaba llegar a su departamento, en Viaducto y Torreón. Venía de viaje de otro estado del país, sabía del terremoto, pero no tenía idea del caos.

Al llegar a su edificio quedó en choque. El inmueble era una mole de escombros que intentaban ser removidos por cientos de voluntarios y militares. El equipo de la CNDH actuó de inmediato. Lo primero fue conocer su estado físico y de salud, si había comido, si necesitaba hidratación, descanso. Era tal el impacto en la mujer que le costaba mantener la atención; era difícil tener una conversación con ella. Su principal requerimiento era información, saber qué pasaba, qué seguía.

Así lo recordó en entrevista José de Jesús Gudiño Cicero, maestro en sicología y uno de los visitadores adjuntos que la CNDH envió a diversos puntos de la Ciudad de México y del país afectados por los sismos.

Un paso complicado fue arropar y acompañar a los familiares que tenían que identificar los cuerpos de sus seres queridos. En estos casos había que preparar a los deudos, explicarles que hay dolor y crisis y que las reacciones podían ser difíciles. Hay que detectar si la persona está abierta a recibir atención y acompañamiento, si prefiere apartarse y vivir en soledad su sentir, si desean hablar o no. Los procesos de respiración son importantes, al igual que prepararlos para lo que estaban por ver.

El especialista detalló que fue tal el apoyo de equipos médicos y de sicólogos, que en muchas ocasiones, cuando los visitadores de la CNDH llegaban, las personas ya contaban con el acompañamiento de colegas de otras instituciones o sicólogos voluntarios. De ser así, se respetaba para no ser invasivos, pues en ocasiones, narrar tantas veces el dolor, resulta revictimizante.

Eso se dio en el colegio Enrique Rébsamen, explicó Alba Nelida Salgado Martínez, coordinadora de servicios periciales de la primera visitaduría de la CNDH. Aquí los acercamientos se dieron con mucho cuidado, pues el nivel de afectación era muy delicado, pues se trataba de padres de pequeños. El equipo del organismo nacional sólo hizo presencia para observación, pues otros especialistas ya habían intervenido y ganaron la empatía y confianza de los afectados.

El trabajo en términos generales en los diferentes casos consistía en explicar el impacto sicológico de los eventos naturales, el cual va del sentimiento de indefensión, ansiedad, incertidumbre cognitiva (amenaza de réplicas), hasta la ruptura de creencias básicas como la invulnerabilidad, el sentido de la vida y la creencia de tener el control; entre otras acciones para la contención y apoyo emocional y físico.

Para continuar con las labores, la CNDH también instaló un centro de atención telefónica, en conjunto con el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México, él cual seguirá operando por varias semanas. La población en general, sea o no víctima o damnificada, puede comunicarse a los teléfonos 5533 5533 y 5681 8125 extensión 1677.