Diseñado por estudiantes y académicos también participó en el rescate de cinco cuerpos
Lunes 9 de octubre de 2017, p. 10
El robot Ixnamiki Olinki tuvo en Ciudad de México, tras el sismo del 19 de septiembre, su primera experiencia real en un derrumbe, en la cual demostró su utilidad y planteó a sus creadores nuevos elementos para mejorarlo.
Ixnamiki Olinki, que en náhuatl significa máquina buscadora de personas, comenzó a desarrollarse hace más de cinco años. La actual es la quinta versión lograda por estudiantes y académicos de electrónica, mecatrónica e ingeniería industrial de la Universidad Panamericana (UP), campus Aguascalientes, explicó a La Jornada, Fernando Dávalos Fernández, académico de ingeniería de esa casa de estudios y estudiante de la maestría en ciencias.
El robot fue traído a Ciudad de México por cuatro estudiantes de la UP y Dávalos Fernández, quienes viajaron junto con un equipo del departamento de bomberos de Aguascalientes, paramédicos e integrantes de protección civil de esa entidad. En total un grupo de 28 personas.
Ixnamiki Olinki llegó la noche del 20 de septiembre y permaneció seis días en labores en tres derrumbes; dos en la colonia Del Valle (Escocia y Edimburgo, edificio de cinco pisos) y (Eugenia y Gabriel Mancera, edificio de seis pisos), así como en otro en la colonia Roma (San Luis y Medellín, edificio de siete pisos). En las acciones actuó en conjunto con el perro rescatista llamado Humo, traído también de Aguascalientes.
El robot, que ha participado en la competencia internacional Robo-Cup en el rubro de rescate, es un sistema de oruga y cuenta con “flippers, que son brazos para subir o bajar o para remover obstáculos y también tiene un brazo mecánico que sirve para llevar agua o botiquines de primeros auxilios y en la punta tiene una pinza con sensor de CO2, que más o menos a un metro de distancia detecta si hay una persona respirando. Su forma es la de un todo terreno, como un tanquecito”.
También “tiene una cámara térmica sencilla y cuatro cámaras de video full HD que transmiten en tiempo real a la computadora del operador, nos da una distancia de 100 a 200 metros de rango, y usa batería intercambiable que dura una hora”, explicó el ingeniero en electrónica.
Señaló que muchas personas cuando vieron actuar al robot pensaron que era un artefacto traído por los rescatistas japoneses, pero por el contrario, es 100 por ciento mexicano
.
Explicó que su costo de producción no es elevado, pues oscila en los 200 mil pesos. Tratamos de hacerlo funcional con el menor costo posible
.
Remarcó que tras esta experiencia, la intención es mejorarlo y su diseño está abierto a más personas que se unan para fabricarlo
, pues este equipo es capaz de entrar en estructuras inestables, que ponen en riesgo la vida de los rescatistas y perros salvavidas. O bien se utilizan como primera opción para verificar que el acceso esté libre de riesgos.
De acuerdo con la oficina de información del Opus Dei, instancia a la que pertenece la UP, gracias al trabajo de Ixnamiki Olinki se logró rescatar con vida a seis personas e identificar y recuperar cinco cuerpos.
Dávalos Fernández indicó que al ver de primera mano las necesidades que se tienen en los rescates en inmuebles colapsados, planeamos diseñar un robot mucho más compacto que pueda ser bajado desde otras estructuras hacia las que están dañadas y así explorar la zona desde arriba
. Por el momento el robot no puede trabajar en zonas de desastre que hayan dejado inundaciones o ciclones, porque no cuenta con la impermeabilización debida, pero esto también es algo en lo que trabajarán sus diseñadores.
En general, pese a la tragedia que significó para muchas personas el sismo de magitud 7.1, para los creadores de Ixnamiki Olinki, esta fue una experiencia valiosa. Vimos en el campo lo que se requiere. Vamos a hacer nuevos prototipos y completar lo que tenemos
.