Colima, Col.

La minera Peña Colorada, propiedad de empresarios italianos, argentinos e indios, descubrió un yacimiento que contiene al menos 97 millones de toneladas de mineral de hierro en 400 hectáreas de la zona conocida como Cerro Grande, municipio de Minatitlán, informó el alcalde, Horacio Mancilla González. La veta está valuada en 20 mil millones de dólares, dijo.

En su sesión de ayer, el Consejo Estatal Forestal, integrado por representantes de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, la Comisión Nacional del Agua, la Universidad de Colima y el gobierno del estado, dio su visto bueno para cambiar el uso de suelo para poder explotarlo, pese a que lo rechazó en julio pasado.

No obstante, personal de la Conafor aclaró que la última instancia para autorizar el proyecto será la Semarnat.

Inicialmente el Consejo Estatal Forestal pidió a la minera que informara sobre las especies de flora y fauna que se encuentran en la zona de la veta, el número de ejemplares que rescataría y el lugar en que serían reubicados; asimismo, que presentara medidas de restauración y compensación de áreas afectadas; que delimitara una franja de seguridad para estabilizar la tepetatera (los residuos de la destrucción de árboles y arena producto de la extracción de minerales), y que realizara una consulta pública en las comunidades asentadas en zonas aledañas.

Arrasarían con 62 mil árboles sin consultar a las comunidades

Mancilla González declaró que la población de su municipio se opone de forma rotunda a la explotación de esta veta porque destruirá 62 mil árboles y una cantidad no especificada de animales.

Señaló que hay un bosque bien conservado que produce escurrimientos de agua, los cuales se verán directamente afectados por el cambio de uso de suelo.

Mancilla González aseguró que la minera no ha consultado a las comunidades cercanas, y la mayoría se opone, subrayó.

El alcalde recordó que Minatitlán tiene carencias de infraestructura urbana y carece de un hospital, pese a que la minera explota la zona desde hace más de 50 años. Ya estamos hartos de que los extranjeros nos estén viendo la cara de pendejos, advirtió.

Peña Colorada, agregó, presenta una imagen de responsabilidad social, pero ni siquiera paga impuesto predial o permisos de construcción. Le vale madre porque tiene centavos, se quejó.

Cerro Grande alimenta manantiales que abastecen a la zona conurbada de Colima, Villa de Álvarez, Coquimatlán, Comala y Cuautémoc, donde habitan más de 400 mil personas.

Jacobo Reyes Velasco, biólogo graduado en la Universidad de Guadalajara, comentó que la minera destruirá el ecosistema de al menos 37 especies animales, en una de las zonas más biodiversas del occidente de México.

Caballo Blanco planea explotar oro en Alto Lucero

Oposición de grupos ambientalistas

Eirinet Gómez Corresponsal

Xalapa, Ver.

Debido al clima político actual y a las próximas elecciones estatales y federales, la compañía canadiense Candelaria Mining, por conducto de su filial mexicana, Caballo Blanco, retiró la manifestación de impacto ambiental (MIA) del proyecto de la mina a cielo abierto La Paila, en el municipio de Alto Lucero.

En un comunicado publicado en su página oficial, Curtis Turner, director ejecutivo de la compañía, afirmó: Seguimos siendo optimistas con respecto al proyecto (...) Continuaremos teniendo un diálogo abierto con todos los niveles del gobierno y las comunidades. El aplazamiento del permiso permitirá a Candelaria optimizar ciertos aspectos del proyecto y mejorar los existentes, así como establecer nuevas relaciones con nuestros grupos de interés.

Caballo Blanco presentó a mediados de julio una MIA a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) a fin de explotar oro y plata en 250 hectáreas.

El 5 de septiembre la Semarnat abrió la consulta pública para que organizaciones ambientalistas y otros activistas se expresaran al respecto.

La Asamblea Veracruzana de Iniciativas de Defensa Ambiental (Lavida) fue una de las primeras en rechazar el proyecto por considerar que la minería a cielo abierto causa graves daños al entorno, a las aves migratorias, las reservas de agua y al tejido social. En el mismo sentido se manifestó la Universidad Veracruzana.

Durante la consulta, incluso la Secretaría de Medio Ambiente estatal se opuso a La Paila por considerar que el uso de sustancias tóxicas es un peligro para ecosistemas de encinares tropicales –que son punto de llegada de aves migratorias– y nacimientos de agua.

Un día antes de que concluyera la consulta pública, la empresa retiró el proyecto, que se ubica a 3.5 kilómetros de la central nucleoeléctrica Laguna Verde.