Barcelona.

La represión de la policía española en Cataluña, que el domingo dejó cerca de 900 heridos, provocó un alud de reacciones de condena y preocupación. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) solicitó la creación de una comisión independiente que investigue todos los detalles del operativo. El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, recibió algunos apoyos importantes a su actuación, sobre todo de algunos de los mandatarios europeos con más peso, como el francés Emmanuel Macron.

Las escenas de comandos antidisturbios que irrumpieron en colegios electorales para retirar urnas y papeletas repartiendo patadas y lanzando gas lacrimógeno y bolas de goma, han dado la vuelta al mundo y despertaron la solidaridad internacional con el pueblo catalán.

Una de las manifestaciones de condena más contundentes fue la del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, quien reconoció sentirse muy perturbado por la violencia vivida en Cataluña: Con cientos de personas heridas, apremio a las autoridades españolas a que aseguren una investigación rigurosa, independiente e imparcial sobre todos los actos de violencia. Las respuestas de la policía deben ser siempre proporcionadas y necesarias.

El alto funcionario de la ONU invitó a las dos partes a retomar el diálogo político, con total respeto a las libertades democráticas, y solicitó una respuesta urgente del gobierno español para que permita la entrada de una comisión independiente que investigue lo ocurrido.

Desde el máximo órgano de gobierno de la Unión Europea, Margaritis Schinas, vocero de la Comisión Europea, afirmó que la violencia nunca puede ser instrumento de la política, pero no llegó condenar de forma expresa el operativo. De hecho, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, informó que conversó con el mandatario español. Acabo de hablar con Mariano Rajoy. Compartiendo sus argumentos constitucionales, he apelado a encontrar formas de evitar una mayor escalada de violencia y del uso de la fuerza, señaló.

Rajoy recibió el respaldo de su homólogo francés, Emmanuel Macron, quien le comunicó su compromiso con la unidad constitucional de España.

Desde Berlín, Michael Roth, viceministro de Relaciones Exteriores, reconoció su preocupación por la situación y consideró que el separatismo no es la respuesta. Todos los miembros de la Unión Europea deberían respetar y adherirse de forma estricta a los principios y reglas del estado de derecho y la democracia.