Barcelona.

En una concentración de decenas de miles de personas en las fuentes de Montjuic de la capital catalana, los partidos favorables a la independencia y al referendo lanzaron un mensaje de unidad y fuerza. Con gritos de Independencia, Votaremos y No tenemos miedo, reiteraron que no darán ni un paso atrás en su lucha por la democracia y la libertad. Aseguraron que las prohibiciones antidemocráticas del Estado español no pasarán.

A lo largo de la noche se intercalaron canciones con discursos y en todas las intervenciones insistieron en que su resistencia es pacífica y que su lucha es por un futuro mejor para el pueblo catalán. El vicepresidente de Cataluña, Oriol Junqueras, advirtió: Este movimiento es imparable, y enfatizó que a partir del domingo comenzará la construcción de la nueva república.

Finalizó con la intervención del líder del proceso y presiden-te de Cataluña, Carles Puigdemont, quien insistió: El domingo votaremos y daremos una lección de democracia al mundo.

Votación en condiciones difíciles

Ayer, el gobierno de Puigdemont confirmó que ya estaban listas las urnas electorales y que en total se designaron 2 mil 315 colegios electorales para que puedan votar los 5 millones 300 mil catalanes convocados. El nombre y la dirección de los centros de votación todavía se mantiene en secreto ante las amenazas de actuaciones judiciales por las autoridades españolas con el argumento de que todos las actuaciones e iniciativas públicas para organizar el referendo son ilegales.

Los catalanes podrán votar y lo harán en unas condiciones difíciles, pero la consulta democrática por la autodeterminación se va a llevar a cabo, confirmaron en una rueda de prensa tres de los principales responsables del gobierno en la organización del referendo, el vicepresidente Oriol Junqueras, el consejero de Interior, Jordi Turull, y el consejero de Asuntos Exteriores, Raül Romeva.

El limbo legal en el que se lleva a cabo la organización del referendo de independencia provocó que información tan relevante como el nombre y la dirección de los colegios electorales, y la difusión y notificación de los responsables de las mesas electorales –que son los ciudadanos que verificarán el proceso del voto y su resultado– se mantienen todavía en secreto. Lo que sí confirmó el gobierno catalán es que el horario marcado para la votación será de nueve de la mañana hasta las ocho de la noche; agregó que habrá 2 mil 315 centros de votación repartidos en las cuatro provincias catalanas: Barcelona, Tarragona, Girona y Lleida.

La finalidad es que mediante las 6 mil 249 mesas electorales voten a lo largo del día los 5 millones 343 mil ciudadanos, que responderán a la pregunta: ¿Quiere que Cataluña sea un Estado independiente en forma de república? Los defensores de la independencia aspiran a superar la consulta ciudadana del 9 de noviembre de 2014, en la que votaron más de 3 millones.

La hoja de ruta trazada por los partidos que defienden la independencia y forman mayoría en el Parlamento catalán, que son la coalición Junts pel sí –Esquerra Republicana de Catalunya y la extinta Convergencia Democrática de Catalunya– y la Candidatura de Unidad Popular (CUP), se mantiene tal y como está prevista. Si este domingo el sí por la independencia gana el referendo se decretará de forma inmediata la declaración unilateral de secesión y entrará en vigor la llamada Ley de Transitoriedad o de desconexión, que actualmente está suspendida por el Tribunal Constitucional español.

Junqueras confirmó la presencia de las urnas, incluso mostró una de ellas a los medios de comunicación.

El consejero Romeva insistió en que esto no va de independencia, sino de democracia.

Habrá consecuencias

La respuesta vino desde el vocero del Ejecutivo de Mariano Rajoy, Íñigo Méndez de Vigo, quien insistió en el mismo mensaje de los días recientes: El referendo no se va a celebrar y los responsables de esta situación contestarán ante los tribunales de forma personal y patrimonial. Reiteró que el gobierno español va a hacer cumplir las leyes, todos somos responsables de nuestros actos y quien las vulnere deberá enfrentarse a las consecuencias, pues el referendo se convocó sin legalidad y está sin sindicatura, sin papeletas, sin mesas electorales, sin notificaciones oficiales, sin censo oficial y sin protección de datos, sin tarjetas censales, sin administración electoral y sin locales autorizados. Es un caos organizativo y una improvisación.

Además, la Agencia Española de Protección de Datos emitió un comunicado en que advirtió de la posible infracción en la que pueden incurrir los ciudadanos designados para las mesas electorales del referendo si ejercen como miembros de las mismas, sanciones que por el tratamiento y uso de los datos del censo en papel pueden conllevar multas de entre 40 mil y 300 mil euros.

El consejero de Justicia del gobierno catalán, Carles Mundó, afirmó que esa advertencia es mentira y que esa competencia es única y exclusivamente de la autonomía.