Indica no estar feliz con su salida, pero dice que es un buen hombre
Sábado 30 de septiembre de 2017, p. 33
Washington.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aceptó ayer la renuncia de su secretario de Salud, Tom Price, quien se encontraba en el centro de un espectacular escándalo por el uso continuado de aviones chárter pagados con dinero público.
Presentó su renuncia y el presidente la ha aceptado
, señaló la Casa Blanca en un escueto comunicado, en una tentativa por poner fin a una polémica que desde hace una semana desangraba a la administración Trump.
Don Wright, quien preside la Oficina de Prevención de Desastres y Promoción de Salud, asumirá como secretario interino, detalló la oficina presidencial.
Price, un ex legislador famoso por sus diatribas contra el gasto público, utilizó por lo menos 26 veces aviones chárter, con un costo superior a 400 mil dólares.
Las investigaciones revelaron el alquiler de un avión para un vuelo de ida y vuelta entre Wa-shington y Filadelfia, un viaje de poco más de media hora, por 25 mil dólares, aun cuando existen numerosos vuelos diarios entre esas ciudades.
El pasado jueves se disculpó y aseguró que pagaría una parte del costo de sus viajes oficiales, el equivalente a 51 mil 887.31 dólares, y que dejaría de utilizar de forma permanente vuelos fletados para realizar sus actividades como secretario de Salud.
Trump expresó que no estaba feliz
con que el ahora ex secretario efectuara viajes oficiales en vuelos privados a costas de los contribuyentes cuando pudo hacerlo en vuelos comerciales menos caros. Sin embargo, lo calificó de un excelente hombre
.
La conmoción opacó la agenda del mandatario republicano y llamó la atención a los viajes de otros miembros del gabinete.
Más allá del espectacular escándalo con el uso de aviones chárter, la posición de Price en el gabinete estaba evidentemente debilitada por su incapacidad de servir como interlocutor con el Congreso para lograr la aprobación de una nueva ley sobre seguros de salud.
Desde su banca en el Congreso había enfrentado de forma enérgica la aprobación del actual sistema sanitario, conocido como Obamacare, pero no logró articular un número suficiente de votos para que el legislativo apoye una solución alternativa.