Nghia y su esposa llegaron de Vietnam hace ocho años. Las pertenencias de la joven pareja desaparecieron en menos de 10 minutos, el departamento que rentaban en la colonia Portales colapsó.

Al perder también sus documentos de migración, acudieron a solicitar ayuda a la embajada de Vietnam, donde les ofrecieron un lugar para habitar en Polanco, mientras asimilan lo sucedido y deciden cómo volver a empezar.

No tienen familia en México, sólo los amigos que han acumulado a lo largo de estos ocho años. El jueves regresamos a lo que quedaba del edificio con la esperanza de recuperar algo, pero no hubo nada que hacer, recuerda Nghia.

“Estamos en proceso de evaluar todo –agregó– de un día para otro ya no tienes nada. Es difícil. No tenemos conocimiento sobre construcción, tampoco podemos asegurarnos que los edificios que ocupamos estén bien”, enfatiza.

Narró que su esposa apenas logró salir del edificio, lo hizo sin zapatos, en cuanto sintió el temblor corrió y vio tras de sí como paredes se desplomaban. Una vez en la calle se percató que la entrada principal había colapsado.

Al Centro Universitario México, habilitado como albergue desde el martes, llegó una familia venezolana. Sólo tienen ocho meses en el país.

Tras el sismo, desalojaron su casa ubicada en la colonia Del Valle, aunque no sufrió daños mayores, pero como se percataron que sus vecinos no se quedarían decidieron buscar un lugar para pasar la noche.

Después de varias horas de peregrinaje dieron con ese albergue. Ahí permanecieron hasta el viernes por la tarde, cuando decidieron regresar a su hogar. Señalaron que no acudieron a la embajada de su país dado que no sufrieron ningún daño, más que el susto.

En tanto, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México recomendó a familiares de personas extranjeras que tenían programado un vuelo desde México a su país en la hora que ocurrió el sismo que consulten con la aerolínea si realizó su chequeo en mostradores, o activar el localizador de personas que Google activó por está emergencia.