Torreón, Coah.

En una carta difundida en Facebook, Silvia Ortiz Solís conmemoró el cumpleaños 29 de su hija Stephanie, desaparecida el 5 de noviembre de 2004, cuando estudiaba preparatoria y tenía 16 años de edad.

Estoy envejeciendo y no te encuentro; trato de cuidarme y me asombro de lo que aguanto caminando en los lugares de búsqueda, escribió Ortiz, coordinadora del Grupo Víctimas por sus Derechos en Acción, que agrupa a familiares de personas desaparecidas en la región de La Laguna.

Cada sábado, refirió, acude a ranchos y ejidos para buscarla. He sido lo más fuerte que he podido. Trato de no llorar, pues eso consume el alma. Cada día me levanto pensando en qué debo hacer por ti. Me preguntan cómo le hago para soportar. Simplemente te pienso y confío en Dios. Estoy plenamente segura de que te volveré a ver. No sé si en esta vida, pero sé que te volveré a ver.

En el texto da detalles de su familia y del activismo que realiza por los desaparecidos. “Te extrañamos hoy más que nunca. ¿Dónde estás? Hija, no te he encontrado (...) Tu papá reprime una ira que brota a cada instante. No puede controlarla, también camina sin cansarse.

Chris (su hermano) ahora está muy metido en la religión y confía en Dios con gran amor al lado de su bella esposa, que le ha enseñado ese camino tan pleno. Renatita (sobrina) no te conoce, pero ya quiere verte, quiere ser grande para acompañarme a caminar en el campo a buscarte y hallar huesitos. Ahora somos buscadores con un grupo de personas maravillosas que sufren por encontrar a los suyos. Hemos encontrado a muchos y algunos han regresado a casa. Es tan doloroso. Tenemos tanto miedo de encontrar a uno de los nuestros.

Ortiz deja entrever que se agota la esperanza de hallar a su hija viva. Deseamos encontrarte en vida, pero ha sido tanto tiempo y la duda nos corroe. Nos dijeron hace un par de días que tú estás en el reino de Dios ahora. Pienso en ti, en el momento y en el dolor. Mi corazón se desgarra sólo de pensar. He decidido pensar en, que si es así, estás en el lugar más bello que puede existir y que ya no sufres, que cuando me toque estar contigo te abrazaré hasta el cansancio.

Las familias acuden a sitios donde fuentes anónimas les informan sobre la existencia de restos. Si los hallan, la Procuraduría General de Justicia del Estado los analiza en laboratorios para tratar de identificarlos.