Montan exposición alrededor de ese espacio y los artistas que lo llenaron de color
Esas obras articulan una iniciativa única en el mundo
, afirma la investigadora Lucila Rousset Harmony en entrevista con La Jornada
La muestra en el Centro Talavera reúne reproducciones de planos, fotografías e imágenes de los trabajos de Pablo O’Higgins, Ángel Bracho y Ramón Alva
Martes 12 de septiembre de 2017, p. 4
El mercado Abelardo L. Rodríguez, sito en República de Venezuela y República de Colombia, Centro Histórico, es una iniciativa única en el mundo
y un experimento singular para México, debido a los murales que resguarda, explica la investigadora Lucila Rousset Harmony.
Ahí hay murales de Ramón Alva Guadarrama, Ángel Bracho, Raúl Gamboa, Grace y Marion Greenwood, Pablo O’Higgins, Antonio Pujol, Pedro Rendón y Miguel Tzab, así como una esculto-pintura (la primera hecha en México) de Isamu Noguchi, obras cuya preservación requiere del interés, incluso amor, de la sociedad.
La curadora de Mercado Abelardo L. Rodríguez y sus muralistas, muestra montada en el Centro Cultural Casa Talavera, perteneciente a la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, Rousset Harmony, habla de esa exhibición integrada por reproducciones de planos, fotografías e imágenes de los murales.
“La muestra nació –explica en entrevista con La Jornada– a raíz de que María O’Higgins (viuda de Pablo) me prestó una serie de dibujos del muralista. En la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México –donde trabaja– me dijeron, por qué no los unes con algo de arquitectura. En seguida pensé en el mercado Abelardo L. Rodríguez.”
Luego de un año de investigación, una primera versión de la muestra se montó hace más de tres años en la Facultad de Arquitectura. Posteriormente se exhibió en el mercado, en la galería Pablo O’Higgins –ahora convertida en bodega–. Sin embargo, nunca se pudo inaugurar debido a una separación de instituciones entre la delegación Cuauhtémoc y la Secretaría de Educación de la Ciudad de México
.
El mercado se erigió en los años 30 del siglo pasado, ante la necesidad de reubicar a los vendedores ambulantes que estaban en la calle Del Carmen, al abrir República de Venezuela con el plano regular de Carlos Contreras, que partió los colegios jesuitas: el Máximo de San Pedro y San Pablo y el de San Gregorio.
Fue llamado el arquitecto Antonio Muñoz, con la idea de hacer un gran mercado para reubicarlos
. Al ver que aún había construcción jesuita, Muñoz decidió integrarla, por ejemplo, la nave del mercado corresponde adonde estaba San Gregorio, mientras en lo que quedó de San Pedro y San Pablo, hizo el Teatro del Pueblo –actualmente cerrado–, una biblioteca, una guardería y un centro juvenil.
Para la realización de los murales las autoridades pensaron primero en Diego Rivera, sin embargo el artista declinó debido a compromisos de trabajo. No obstante propuso a varios jóvenes que lo habían asistido en los murales de la Universidad Autónoma Chapingo, entre ellos, O’Higgins, integrante de la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios, quien trajo a personas de la LEAR para pintar
.
Originalmente los artistas trabajarían en 3 mil metros cuadrados; sin embargo, al final el espacio se redujo a mil 450 metros por la rescisión de contrato.
Rousset Harmony era jefa de Artes Plásticas de la delegación Cuauhtémoc cuando se hizo la primera restauración del conjunto muralístico en los años 80 del siglo pasado. Noguchi (1904-1988) se encontraba en el país, así que la curadora lo invitó a ver su altorrelieve Historia de México, ya restaurado.
El mercado, declarado patrimonio cultural intangible de la Ciudad de México en 2016, fue inaugurado en 1934. Asistieron el presidente entrante, Lázaro Cárdenas, y el saliente, Abelardo L. Rodríguez, quien ordenó la edificación; también Aarón Sáenz, jefe del Departamento del Distrito Federal, como consta en una fotografía incluida en la muestra.
El Centro Cultural Casa Talavera se ubica en Talavera 20, esquina República de El Salvador, Centro Histórico. Hoy, a las 11 horas, habrá una visita guiada en el mercado Abelardo L. Rodríguez. El punto de encuentro es en los portales.