Una de cada 12 mujeres y uno de cada 20 hombres sufrirán fractura de cadera, equivalente a 155 mil 874 mexicanos para 2050. La lesión es la manifestación de la osteoporosis, la cual se perfila como una de las principales cargas de enfermedad, debido al envejecimiento de la población.

El reto para el sistema de salud es prevenir y, en su caso, identificar oportunamente a los individuos en riesgo de desarrollar el padecimiento. De esta manera se evitarán los daños, generalmente discapacitantes, sobre todo en la población femenina.

Con esta finalidad, la Secretaría de Salud (Ssa) elaboró un proyecto de norma oficial mexicana (NOM) 049 para la prevención, detección y control de la osteoporosis.

Hasta ahora, el Sistema Nacional de Salud carece de una guía de manejo integral de los pacientes con osteoporosis. Por eso, lo común es que cuando llegan a los hospitales ya han sufrido alguna fractura. El proyecto de ley, que en días pasados se publicó en el Diario Oficial de la Federación, plantea que a las personas mayores de 50 años de edad se les debe realizar una evaluación de riesgo de fractura y, según los resultados, indicar tratamiento con medicamentos o repetir el estudio cada dos años.

El Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece) coordinó los trabajos para la elaboración del documento, el cual entró en el periodo de 60 días para recibir comentarios antes de publicar la versión final.

La osteoporosis es uno de los padecimientos asociados con el envejecimiento poblacional. La encuesta intercensal 2015 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía indicó que de casi 120 millones de habitantes en el país, 10.3 por ciento (12.4 millones) tienen más de 60 años de edad. Conforme este porcentaje aumente, lo harán también las enfermedades relacionadas, entre ellas las fracturas por fragilidad ósea.

Datos de la Fundación Internacional para la Osteoporosis indican que la mitad de los individuos que sufren alguna fractura presentarán otro evento similar en el futuro. Esto aumenta la probabilidad de pérdida de la independencia e incluso de muerte.

El costo de atención del padecimiento es elevado y va desde la hospitalización, que suele ser prolongada por la fractura y la cirugía que se debe realizar, así como por el tiempo que toma la rehabilitación de los afectados.

Debido a que la osteoporosis no da síntomas y no duele, lo más frecuente hasta ahora es que los pacientes se enteren que tienen la enfermedad hasta que se presenta la fractura, lo cual no debe seguir ocurriendo porque existen terapias efectivas para preservar la calidad ósea y reducir el riesgo de que los huesos se rompan.

El proyecto de NOM plantea como primer estrategia, para los profesionales de la salud en el primer nivel de atención, la aplicación de la Herramienta para la Evaluación del Riesgo de Fractura (HERF), la cual se ha adaptado a la condición de salud de los mexicanos. Mediante algoritmos de modelos individuales que combinan e integran factores de riesgo, los médicos pueden calcular la probabilidad de que se presente una fractura en los siguientes 10 años en la columna vertebral, el antebrazo, cadera u hombro.