Laura Serrano luchó hace dos décadas arriba y abajo del cuadrilátero por el derecho a que las mujeres boxearan legalmente en la Ciudad de México, ahora celebra que las peladoras tengan más espacios y difusión, pero deja claro que falta un largo camino para que el pugilismo femenil sea reconocido como merece.

Con motivo de la final del torneo del cinturón diamante, que el Consejo Mundial de Boxeo otorgará el 30 de septiembre a la ganadora del duelo entre Yessica Chávez y Esmeralda Moreno, Serrano se dice motivada de ver la evolución del boxeo rosa y saber que su esfuerzo dio grandes frutos.

Me da mucho gusto que tengan esta plataforma para mejorar en su carrera deportiva y que les ayuda en el aspecto financiero, porque en la que en la época que yo viví como deportista activa fue muy difícil, afirmó la pionera del pugilismo femenil en México.

No obstante, La poeta del ring destacó que todavía deben trabajar en el aspecto económico en favor de las peleadoras. Aún falta un gran tramo. Por mejor que le paguen ahora las boxeadoras, en comparación con lo que yo cobraba, no se compara con lo que ganan los hombres, asestó.

Serrano logró en 1998 que las autoridades capitalinas legalizaran las contiendas femeniles. En ese entonces ella no disfrutó del apoyo mediático que ahora tienen algunas peleadoras, al tiempo que el total de sus mejores bolsas apenas llegó a los 30 mil dólares.

Ahora, desde su casa en Las Vegas, donde radica desde hace un par de años, aseguró que la reconforta saber que las adversidades que enfrentó valieron la pena.