Viaje a las estrellas impulsó su sueño de ser ingeniera aeroespacial
Regina Apodaca regresa de una estancia de cuatro meses en la NASA
Jueves 7 de septiembre de 2017, p. 33
Aunque de niña quería estudiar derecho para ayudar a las personas, fueron la saga cinematográfica de Star Trek (Viaje a las estrellas) y la ciencia ficción espacial las que marcaron a Regina Apodaca Moreno el rumbo hacia el estudio de la física, y el deseo de convertirse en ingeniera aeroespacial.
Hoy, la joven de 22 años, estudiante de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), está de regreso en el país luego de una estancia de cuatro meses en Estados Unidos, donde trabajó en la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de Estado (NASA, por sus siglas en inglés), donde participó en el diseño de un helicóptero que volará sobre Marte, en una misión planeada para 2020.
Este podría ser el primer vehículo en despegar y aterrizar (amartizar) varias veces fuera de la Tierra, dice Regina, quien cursa actualmente el octavo semestre de la licenciatura en física, y trabaja ya en su tesis, que versa sobre su proyecto en el Centro de Investigación Ames de la NASA, en Silicon Valley, California.
Explica que la atmósfera de Marte es tan delgada
–la presión de la atmósfera del planeta rojo solo representa uno por ciento de la presión terrestre– que hacer volar un helicóptero no es tan sencillo como en nuestro planeta, pero desde luego es posible.
Dice que una característica, entre muchas otras, es que el helicóptero marciano debe ser extraordinariamente ligero, y lograr que sus aspas no levanten la arena existente en ese planeta, pues ello podría afectar el movimiento o recorridos de Mars rover, que es un vehículo motorizado que se desplaza por la superficie de Marte, y con el que el aparato volador haría pareja.
De acuerdo al proyecto de la NASA, el próximo Mars rover está programado para enviarse a Marte en 2020, y se prevé que esté equipado con un pequeño helicóptero –que operaría como un dron con cámara instalada–, que volaría por delante del rover, con el propósito de anticipar problemas u obstáculos en sus recorridos.
Además, señala en entrevista la estudiante universitaria, el helicóptero servirá para revisar puntos de interés y ayudar a los ingenieros en la Tierra a planificar las mejores rutas de exploración del vehículo motorizado.
Regina narra que su experiencia en la NASA, con el programa internacional de estudiantes internos que tiene la agencia estadunidense, tardó año y medio en concretarse, pero dice que bien valió la pena, alentada siempre por varios de sus profesores en la Facultad de Ciencias.
Ya cada vez más cerca de graduarse, la universitaria adelanta sus planes de presentar solicitudes para cursar un posgrado en el extranjero, pues su deseo es estudiar ingeniería aeroespacial o instrumentación astronómica.