La incorrecta atención a deformaciones en el suelo, deficientes reparaciones en la infraestructura hídrica y posible presencia de oquedades bajo calles y construcciones en zonas de la colonia Agrícola Oriental, en la delegación Iztacalco, representan una situación de riesgo para sus habitantes, alertó la investigadora Silvia García Benítez, de la Subdirección de Estructuras y Geotecnia del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México.

A partir de un estudio que gestionó la asambleísta de Morena Citlalli Hernández Mora, a petición de vecinos de la calle 241 B, que presenta mayor afectación, la especialista no dudó en advertir que no puede alguien pensar que la situación de las personas que viven en calles y casas agrietadas, donde no se puede transitar adecuadamente porque hay depresiones de más de 50 centímetros, no es una situación de emergencia.

El equipo de la legisladora registró daños en unas 15 casas, desde fisuras hasta grietas en muros interiores, incluida una escuela en Sur 16, que no se pudo revisar a fondo por restricciones de la Secretaría de Educación Pública para ingresar al plantel.

Entre las recomendaciones de la especialista está restringir la circulación de vehículos pesados e impedir edificaciones de más de dos niveles –contra lo que ha ocurrido en los años recientes con desarrollos inmobiliarios de entre 60 y más de mil departamentos– y la atención adecuada a fugas de agua y drenaje que generan grandes huecos en el subsuelo.

Sobre esto último, el director del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, Ramón Aguirre Díaz, dijo que este año se han reportado 22 socavones generados por el deterioro de la red hidráulica, por lo que hizo un llamado a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para que en el presupuesto del próximo año reintegre a la entidad 700 millones de pesos que le fueron recortados del Programa de Apoyo a Organismos de Agua, ante la necesidad de dar mantenimiento mayor a toda la infraestructura de la ciudad.

Indicó que la reducción no constituye una buena estrategia, porque es imposible que la ciudad sobreviva a futuro sin servicios de agua y drenaje. No es un tema que pueda pasar a segundo término, es prioritario y está claro que ya es necesario que se considere en los presupuestos inversiones para reponer una estructura que ya muestra claras manifestaciones de deterioro”.

Señaló la necesidad de establecer en el presupuesto de 2018 un reglón en materia de inversiones para la renovación de infraestructura hidráulica, mientras tanto, no se puede entrar a reparar a fondo los daños que se tienen.

Se requieren 10 mil millones de pesos para construir infraestructura prioritaria en drenaje para evitar las graves inundaciones, por ejemplo en Indios Verdes, donde falta un túnel que se interconecte con el drenaje profundo, y hacen falta otros túneles en Miramontes y trabajos urgentes en 60 kilómetros de colectores y 200 kilómetros de redes de atarjeas, apuntó.