Madrid.

Los ex presidentes españoles José María Aznar y Felipe González pidieron desde la Casa de América, en Madrid, la puesta en libertad de Yon Goicoechea, líder del movimiento estudiantil que irrumpió en Venezuela en 2007 y quien se encuentra preso desde agosto de 2016 por tener en su poder un cordón detonante para la fabricación de explosivos, según el gobierno venezolano.

Apoyaron la creación de una plataforma que abanderará esta causa y la de ciudadanos venezolanos residentes en España que se encuentran desamparados por su país, al tiempo que volvieron a arremeter contra el gobierno de Nicolás Maduro.

González y Aznar, en las antípodas ideológicas y que cuando eran políticos en activo eran enemigos acérrimos, han coincidido en años recientes en torno a una sola cuestión: el ataque al gobierno bolivariano de Venezuela; primero lo hicieron contra Hugo Chávez y ahora contra Maduro.

González, quien sí estuvo en la presentación, y Aznar, por medio de un mensaje grabado, apremiaron a la Audiencia Nacional de España a que admita una querella en la que se denuncia el secuestro de Goicoechea, amparándose en la doctrina de la justicia universal, misma que ya fue desestimada en octubre pasado.

Los ex mandatarios insistieron en que Goicoechea tiene ahora la doble nacionalidad –la española le fue concedida en diciembre pasado, cuando ya se encontraba encarcelado– y que por ese motivo los tribunales españoles deberían amparar su situación.

Aznar, quien en su día se opuso precisamente a la justicia universal cuando sirvió para procesar a los responsables de las dictaduras de Chile y Argentina, explicó que Goicoechea lleva más de un año privado de manera ilegítima y arbitraria de su libertad. Así que necesita y merece nuestro apoyo.

González también criticó veladamente la intermediación del ex presidente español José Luis Rodríguez Zapatero en Venezuela: la verdad es que no conozco el contenido de esas negociaciones, no sé lo que está sobre la mesa, así que sólo puedo valorar resultados. Y al tenor de esos resultados, hace un año había 70 presos políticos y hoy hay 600.