Martes 5 de septiembre de 2017, p. 2
Madrid. Expertos de la Universidad de Nottingham, en Reino Unido, publicaron una investigación que sugiere que la propensión humana al bostezo contagioso es activada automáticamente por los reflejos primitivos en la corteza motora primaria, área del cerebro encargada de la función motora. Su estudio, titulado Una base neural para el bostezo contagioso, se publica en la revista Current Biology. Se trata de otra etapa de su investigación sobre la biología subyacente de los trastornos neurosiquiátricos y su búsqueda de nuevos métodos de tratamiento. Sus descubrimientos más recientes demuestran que nuestra capacidad para resistir el bostezo cuando alguien más cerca de nosotros lo experimenta es limitada y nuestro deseo de bostezar se incrementa si se nos instruye para resistirlo.